Licenciatura en Letras Hispánicas-CUCSH
I
¿Por qué lloras
las horas
Polifemo?
¿Se ha encogido
tu islote de madera?
Bajo tu mano el sol
era un capricho cada día,
pequeño sobre el mar de los perdidos.
Te adueñabas del mundo con la vista.
Ahora ¿qué te queda?
II
Desde una barca de sol
a la deriva, el eco,
el eco de nadie permanece.
Las olas cantan nadie contra la playa,
y el cíclope acude buscando a nadie.
III
Qué oscura la mar siempre de noche,
el sol dormido, marchitas las estrellas.
Así, el frío del mundo
es un cuerpo erguido
acompañando al oscuro Polifemo.
IV
Nada Nadie Es igual
¿quién lo recuerda? Su nombre
era una flor de agua salada
su lengua un puñal
de luz partiendo el cielo.
V
Tu único ojo, como los caracoles
era.
Grande, coloreado por la arena.
Miraba y miraba en espiral, curvo
de noches y de días, se hundía
en la música del tiempo.
En el tiempo mismo se hundía.
VI
En la noche acuática del cielo,
Trazaba ciego el cíclope
el rostro de alguna Galatea.
*Poema ganador del III Concurso Literario Luvina Joven, 2013 en la categoría Luvinaria / Poesía.