Poemas

Judith Santopietro

Córdoba, Veracruz, 1983. Su libro más reciente es Tiawanaku. Poemas de la Madre Coqa / Poems from the Mother Coqa (2019, traducido al inglés por Ilana Luna y finalista de The Sarah Maguire Prize for Poetry in Translation).

Um imigrante / bate fotos trepado / no toldo de / um quiosque

/ a multidão grita / em frente ao Banco / aparece um malabar

/ aparece um pastor / imagens da pura / desconexão

Carlito Azevedo

Delivery 

Un inmigrante corre en el techo de un vagón
el tren cruza el puente de Metlac a milcientotreintaiún msnm
un inmigrante hace malabares
mientras la cima del mundo avanza
a la par de las montañas
Quizá más tarde vengan
los retenes el chirrido de las vías
pero ahora filma con su celular el bosque nuboso
y las orquídeas negras que pasan en la sucesión de imágenes

De algún vagón llega un sonido
los garífunas atados a los fierros
bailan con sus hijos en el pecho
luego habitarán los desiertos de Arizona
o las praderas húmedas del Bronx en el verano

Aunque ahora un inmigrante desafía la gravedad
en su euforia por llegar al Norte
después su cuerpo se hará recio para soportar las tormentas
repartir comida y regalos navideños
cuando los demás se refugien en la calefacción
lo llamarán delivery
y su nombre lucirá en letras rojas
en cada entrada de los restaurantes
lo llamarán delivery mientras se equilibra en su bicicleta
y el tren avanza

un inmigrante desafía la gravedad
brinca el desierto y luego el mar
desde lo alto del puente balbucea un territorio lejano
que ni él mismo recuerda.
Ciudad de polvo

A las asesinadas de ciudad juárez

Una mujer se agota
en la esquina de la mesa
se acurruca como gato adormilado
en la ventana
piensa en el menú de costumbre:

pan sacado del nido de su vientre
bajo un carraspeo polvoso
entre rescoldos de calor y lluvia

Camina a la sombra de nubes corroídas
que sangran el parto de la tarde

plomo al acecho
sin rostro
ni palabra
Aquella vez la mujer a la distancia
parecía árbol quieto
deslizaba pasos por la noche llovida
de barro y costillas disecadas

aún oí sus raíces chasquear entre los autos
el repiqueteo de sus puños
sobre la ventana ciega
la voz que parpadeaba de silencio
como enramado tembloroso en el vacío:

una cruz de quietud y desierto:
el adiós intemporal

La mujer a la intemperie
en el cráneo abierto del dolor

en un cuarto enmohecido de gargantas silenciosas

Yo no destilo gotas
eso es tan inútil como dormir
con el cuchillo entre las manos
como los topos que hurgan
los resquicios polvorientos:

Nadie las encuentra
nadie siembra el llanto contra el piso

No sabía a dónde iban las mujeres apiladas
en el quiebre del camino:

a dormir el sueño entre las dunas
en la oscura línea del desierto
fermentadas ante el sol
con su presencia eterna y árida.
Bugambilias dulces que jamás renacerán

En las carreteras duermen los huesos rotos
Omimeh tlapantoqueh huan cochih pan ohtli
los decapitados
los tristes
tlen mocuezoah
los que ya no pueden llorar
tlen ayoccanah huelih chocah
esparcen su polvo entre la tierra húmeda
quiihzceloah inincuechchopan pan tlalli xolontoc

horadados los frontispicios de las casas
sus paredes sangran
un olor a plomo cubre los parques
y en los jardines uno a uno
sembrados los racimos de su piel
bugambilias dulces que jamás renacerán

el caudal es agua roja espectral roja heráldica
atlahco quipiya atl chichiltic
tan bermejo el óxido de su sangre
granate el horror de una cereza envejecida

También sus huesos cimbran
en el estertor del subsuelo
acarician los vapores minerales
así el dolor salobre en la espina dorsal
en la espina de los sueños:
huitztli tlen temiquiztli
la ciudad escarlata se incendia
notlalhui tlatla.


Los niñitos llueven en polvo espiritual

La noche alberga sonidos
constelaciones de carbón y plata en la corteza de un caparazón
en el rezo de las parturientas:
mientras la abuela atiza el fuego entre rescoldos
surgen los hongos desde el lodo
los musgos que alivian el hambre
su micelio corre a miles de kilómetros bajos los pies

Los jugos aromáticos fluyen
a la tierra
desde un cuenco repleto de yerbas:
su vapor restaura el útero de las madres

En aquella hoguera los niñitos llueven en polvo espiritual
masticamos su sabor amargo teonanacatl
lentos y risueños asemejan la ironía de los animales que viajan
escondidos en el último canto lunar.
Las líneas de Nazca

En el invierno veo las líneas de Nazca de lejos son señas muy precisas
a las divinidades
que se ríen de mí
me ven aterida e ignorante
El desierto se derrumba mansamente
el cielo púrpura deslava el atardecer
son veintidós horas de un ruido que sale de los aparatos viejos del autobús
veintiséis horas de trepar por despeñaderos
de encogerme en los páramos
treinta horas en el frío
la cabeza me da vueltas vomito
el soroche no lo alivia ni la hoja de coqa.
Post-traumatic Stress Disorder

Clínica Alemana

La Paz, Bolivia, 30 de julio, 2013.

                Clínica de urgencias      Geografía profunda en julio      La paciente 
____________ de veintinueve años es internada en la clínica alemana
entumecida se somete a exámenes de laboratorio por doce horas
Conservados: tejido celular guijarro en el esófago se recupera por
cuadro de vómito incoercible Alta médica sin contratiempo se
recomienda dieta blanda caminatas bajo el sol en el parque de
Abaroa evitar pesadillas y neurosis Al día siguiente recae por
angustia Ecografía e incluso tomografía evidencian aurora grito
huida dolor abdominal permanente vómito angioma parietal izquierdo
Treintaiséis horas de indagar el organismo: bioquímica sanguínea
urinálisis perfil hepático lipídico fotosíntesis de los cientos de
hojas que ingería para mantenerse a ras del mundo Ingresada por
impacto de susto en el hígado se reintegra pálida por cabalgar hondo
en tiempos convulsivos Topografía del cuerpo muestra que la coqa le
produce taquicardias: inyectar amiodarona 10 mg por brote espontáneo
y abismo accidentado adormilar con flunarizina de farmacéutica
chilena vía intrarterial La paciente es migraña bruxismo que deriva
en dientes carcomidos al dormir arritmia alucinaciones auditivas en
el aire Preservados: tejido muscular subcutáneo expuesta a pruebas
médicas cuarenta y ocho horas A pesar de todo cerebro partes óseas
depresión dentro de lo normal.
Comparte este texto: