Aguascalientes, 1992. Su libro más reciente es Shibari (Palíndroma, 2024).
APOCATÁSTASIS
Un atardecer dorado
en Babilonia
dulce de leche
en los dedos
suaves llanuras
hierve el soldado
en su tumba
Clava la luna sus uñas
en la batalla perdida
tibia la espada
agrio, el hueso
roja la carne
podrida
la sangre seca
ciudad rancia
de las moscas
cada poro
es un abismo
y el desierto
sabe a sal
DE LA SANGRE PEREGRINA
Huir de casa
huir del ruido
de los odres viejos
huir
del Talmud
del Sabath
Huir del cordero
su furia
lluvia de fuego
fallida
Huir de la sed
huir del valle
de los secretos
huir
de las maldiciones
Huir también
de las arañas
hormigas
de los maderos
malditos
Plaza Mayor
de Toledo
un sábado
en la mañana
huir de la leña
verde
Huir del mar
pero no se huye
del mar
sin atravesarlo
Huir de la propia
madre
de su vientre
de su leche
Huir del abuelo
materno
Huir del propio
apellido
Y esconderlo todo
en cofres
Huir a buscar oro
para encontrar
sólo espina
Huir de la propia
sombra
de la propia alma
huir
del nombre propio
Infinitas pulgas
ácidas
cruzan mi pecho
hacia su fin
Y yo fundo
ciudades
como aplasto
insectos
con la mano húmeda
la mano fría
en silencio
Yo fundo
imperios
dormidos