Juguemos al juego de ver sin mirar
(frente a un cuadro de Roberto Matta*)
Ésta es una sala de clases.
En la sala una niña frente al pizarrón.
Y en un dos por tres le preguntan
¿cuánto son tres por dos?
Pero la niña no quiere multiplicar
sólo quiere danzar:
brazos a la cintura, dos
a los lados, cuatro, a la cabeza, seis.
Y revisa su cuenta con los pies:
dos pasos más dos pasos
y dos pasos más son seis.
El señor Matta está feliz:
dibuja la niña en la pizarra
con muchísimos brazos
y pies de danza.
Arroja los pinceles
lanza pintura a las murallas.
Los niños por no ser menos
graban en el muro sus manos
inflan globos con aire de colores
pintan toda la sala.
El profesor dibuja una campana
y los niños se van para la casa.
La escuela queda sola y por la noche
los amables fantasmas,
los duendes que trabajan para Matta
trasladan al cuadro muros y pizarra
el calor de la risa, el espacio del juego
la nostalgia del canto
y a la niña que danza.
en la retrospectiva de Roberto Matta en Santiago de Chile (julio de 2000).
en la retrospectiva de Roberto Matta en Santiago de Chile (julio de 2000).