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Soñé cruzaba la pequeña puerta
   en la plaza con arcadas que yo andaba
   soñé que entraba a una casa en las alturas
   que tú me abrías la puerta
   Y allí
   detrás del hermoso ventanal se extendía el delta
   el delta de ese río que era mío
   bañada en sol dorado de la tarde una ciudad
   a lo lejos
   una ciudad que conocía
   en mi niñez
   Era todo suavemente imposible y mío
   todo íntimo y lejano
   todo tan lo que no es
   que desperté llorando y no lloré
   y así estuve y viví
   y dejé pasar el día