Esto es falso, lo sé,
Pero lo creo.
Hugo Gutiérrez Vega, Cantos de Salvador de Bahía (x)
Las partes de mi cuerpo que más mienten son las manos,
menos cuando destruyen
porque estrujan los sueños hasta convertirlos en guijarros de cristal
para lanzarlos al mar Muerto.
Allí las olas del suspiro ajeno no abollan mis costillas,
saltos
allí uno espera que los del sueño en el agua
expandan los hilos
con los cuales coser las cicatrices
trazadas por las pieles que una vez nos construyeron.
Todos mienten su piel
aluminio expuesto en sol de microondas
miente Apolo (a petición de Dionisio)
y los guijarros nunca vuelven.
Este silencio carece de latidos,
pero aquí yo tengo mis trombones
las pocas gotas de mi sangre en la eternidad de la arena,
tu rostro rombo roto
el día en que un reloj cansado tomó un martillo
y antes de convertirse en otra gota más de sangre,
otro guijarro de cristal, sentenció:
«Mentira la grieta en donde ya no caben más raíces».
Ahora guardo mis grietas
como un diente de león en el bolsillo.
Un día soplaré en ellas
y los muros habrán de desplomarse.