Nunca me gustó Verónica Almendares
   Básicamente, creo, porque la vi actuar en una competencia de baile
   Y su cara demostraba demasiado bien el intento de expresar sensualidad
   Pocas veces un esfuerzo así tuvo tan magro salario (recuerdo haber pensado)
   Observándola más adelante, descubrí el mismo afán en sus gestos cotidianos, 
   lamentablemente con idéntico resultado
   Y esta noche no era la excepción
   Me gustaba una de pantalón hindú
   Nos miramos de reojo pero podía ser perfectamente la novia de alguno de los heterosexuales 
   [que la rodeaban
   Salí del lugar rumbo a otra fiesta, acompañado de mi amiga recién separada
   Me contó, en el viaje, sobre el estilo de vida de la gente en el extremo norte de los Emiratos 
   [Árabes
   Sufrían todos, comentaba, de una locura denigrante, mezcla de arribismo y pereza
   Saludé cordialmente al llegar
   Había mujeres en la pista pero dejar sola a mi amiga en ese ambiente habría sido una 
   [descortesía
   Ella propuso regresar y eso hicimos
   El pantalón hindú había desaparecido
   Quedaba Verónica Almendares bailando en el living algo así como una cumbia
   Me compadecí del tipo que la acompañaba, por aspirar a tan poco
   Pero en verdad no había nada más en la fiesta
   Me tomé un trago, luego otro y un tercero
   Mi amiga recién separada ensayaba frente a un vidrio los insultos que intercambiaría con su             [ex
   La música: un desastre, las canciones eran cortadas a la mitad y se producían silencios 
   [periódicamente
   Tuve una interesante conversación sobre refrigeradores con un tipo
   Y entonces sí, de pronto: ya estaba listo
   Estaba listo para abrazarme a Verónica Almendares
   Las luces se derramaban sobre la sala como un metal derretido
   El suelo saltaba en ascuas ardientes
   Como si el whisky que bajaba por mi garganta se hubiera trocado en kerosene y me hubiera     vuelto capaz súbitamente de proyectar ese calor hacia fuera 
   Como si nos hubiéramos sumergido de golpe en una piscina de napalm: mi corazón cruzaba el núcleo del Sol a toda velocidad embistiendo largos cardúmenes de pirañas brillantes que a su paso rompían filas como cristales 
   El tiempo actual se volvía amarillo intenso, denso y fosforescente
   Estaba listo para abrazarme a Verónica Almendares y convertirnos a ambos en una trenza de vidrio fundido
   Pero ella salió al patio con el tipo que cambiaba la música
   Luego partieron a su automóvil
   Mientras resonaba a lo lejos la voz de mi amiga recién separada, comentando que V. A. había 
   planeado irse a la cama con cualquiera esa noche
Mis ojos seguían adheridos con un elástico de luz 
   Al automóvil que se alejaba por avenida Kathmandú.