Nunca he visto nada como eso

Gustavo Íñiguez

(Valle de Guadalupe, Jalisco, 1984). Su libro más reciente es Colección privada El gabinete de las maravillas (Mantis Editores, 2020).

El primer gesto del día es pequeño: mirar por la ventana para orientarme sobre el estado del tiempo. La luz me da la pauta y de ahí parto para ordenar las ideas, los pensamientos y las emociones. Vienen las primeras preguntas y con ellas el difícil ascenso a esa altura de uno mismo donde se toman las decisiones. También los fragmentos y las frases aparecen flotando como en la resaca de la mente adormilada y presentan su desperdicio (o su materia) a la orilla de la boca que, está de más decir, ama (descendentes o ascendentes) las gradaciones: «Como el actor de teatro nō / cuya entrada en escena / es ella misma una escena / llena de misterios contenidos / despejándose en cámara lenta / así las cosas esta ciudad el mundo todos». Pronuncio estas palabras de Tamara Kamenszain como el conjuro para, literalmente, degradar el mundo y volverlo un paisaje que se pueda atravesar: «Hay una montaña en aquel lugar», así inicia el descenso de Chiara Carrer para pasar por el jardín, la casa, la habitación y dejarnos de frente a la mesa. Una mesa que coloca, casi naturalmente, en el centro del mundo y colmada de objetos. Me detengo en uno. Lo abarco con un golpe de vista. No es, no puede sólo ser lo que estoy viendo:

Descripción:
Pincel de 15 cm de largo
Punta cuadrada con cerdas de jabalí
Mango corto, mango de madera
Medida n4
Marca indescifrable
Producto probablemente de Italia
Encontrado en un taller de carpintería en ruinas
Utilizado para detallar objetos pequeños.
Condiciones generales:
El pincel en su conjunto está muy desgastado, imposible de reparar, las cerdas están rotas y endurecidas por la presencia de pintura en acrílico de color rojo, mango con incrustaciones de múltiples colores y lleno de raspones. 

Apenas creo ver el pincel y ya estoy hablando de haberlo visto. Si esto se tratara de ideas y no de imágenes, ¿qué es lo que más me importa de lo que está sobre la mesa? El punto de partida, claro, lo que pueda orientarme por el estado de las cosas de esta ciudad, del mundo: todos. Que me ayude a descender hasta encontrar el muestrario, la muestra, el ejemplo, un inventario, algún catálogo, los repertorios, notas, listas, elencos, registros, los archivos, el expediente, un fichero, los documentos. Al final siempre estará ahí como un acontecimiento irremediable, como la cima de esa montaña inicial: la colección. «Hay colecciones cuidadas, organizadas, hay objetos descritos, hay objetos absurdos y sin utilidad, hay objetos extraños por obsoletos, hay objetos particulares por inexistentes».

Ante la colección, uno mira las cosas sin mucha profundidad para no gastarlas. Porque un objeto visto es un objeto perdido. En lo individual, cada uno representa el fragmento, la frase entrecortada, la intención que se queda al borde de los labios, el apunte, es decir: un pequeño gesto. Y es con la suma de éstos, cada uno como parte de un acontecimiento mayor, que uno se entera de una historia a profundidad. No los objetos particulares, sino las colecciones son las que nos cuentan la historia, las que nos deleitan con su cadencia, con su descuido o su rigor, nos revelan sistemas de pensamientos, religiones, imperios, constelaciones.

Entender hace evidente el fallo, y el libro de Chiara parece querernos decir otras cosas, como todos los libros de Petra Ediciones, que no atienden únicamente a los discursos que las imágenes o los textos puedan sugerir, sino que casan su sentido para que la experiencia del libro sea el de una trayectoria (la experiencia) no sólo de la vista, sino una lectura con el cuerpo: leer de cuerpo entero. Pequeños gestos nos orienta para encontrar rutas alternas a las prefiguraciones y nos guía por la representación cotidiana: una puesta en escena misteriosa, en cámara lenta, donde nosotros (los lectores-espectadores) formamos parte, como un telón de fondo que incide en el lenguaje de los actores. Chiara materializa estas visiones para presentarnos un mundo que, pagano en apariencia, está lleno de dioses.

Pequeños gestos. Objetos amados queridos abandonados extraviados olvidados, de Chiara Carrer. Petra Ediciones, Guadalajara, 2022.
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