Preparatoria 2 / 2012 A
Navegando en un mar de conocimiento
donde los sabios suelen ahogar la duda
me encuentro en largas jornadas de silencio
como buscando una respuesta en este lugar inexistente.
Hay horizontes de aguas negras
que reflejan la noche.
En la ausencia de estrellas
la mirada encuentra un destello sublime.
¿Debo seguirlo o esperar a que amanezca?
Me encarcelo y la razón se vuelve libre,
el sentido visual se incomunica
y la luna de sueños se obscurece.
Soy esclava de cólera,
hay un sismo en mi plataforma de líquido,
intenta hundir con sus olas
mi barco de pensamiento.
La exasperación es cómplice,
ahora soy náufrago
y aunque muera de sed
no puedo beber del mar de conocimiento.