*** / Nancy Adilene Alvarez Romero

Cuando te haga el amor
procura mirarme a los ojos,
ser el talle de mi piel,
un susurro en el laberinto de tu memoria.
Encuéntrame con el perfume encendido de tus besos
esparcidos por mi cuerpo,
víctima de tus ojos que me llevan al infinito,
en donde, sin más que este amor,
nos entregamos al ocaso…

Cuando me hagas el amor
ábrete a mis alas vírgenes.
No digas “Te amo”,
no uses esas palabras gastadas de tantos enamorados,
déjalas para nuestros días entre las gentes
que no saben que tú me amas debajo de la piel.
Baste la entrega, amor mío,
que tú y yo estamos tocando el cielo…

 

 

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