Música umbría

Verónica López García

Guadalajara, Jalisco, 1972. Textos suyos aparecieron en Alguien aquí que tiembla. Celebración poética de mujeres (Ediciones Sin Nombre, 2021).

1
El gris es todo. Se extiende del cielo al suelo,
sube por los vencidos muros, cuyas grietas
apuntan a las bolsas nubosas
como si quisieran pincharlas, vaciarlas sobre esto que es nada.

Los edificios, las rejas, las balaustradas,
los nudosos nidos de cables y sus postes,
las lámparas y sus ojos ciegos crean las sombras,
ellas dibujan una partitura cenicienta sobre las calles rotas.

Ellos esperan, todo oídos, en sus huecos
hechos de bloques de cemento.
Sólo la luna llena hace posible que se escriba con negrura
sobre el pentagrama infinito de la ciudad.

La obertura nace del viento meciendo metales y maderas:
portones, canceles oxidados, castillos de acero
que coronan las construcciones de esta ciudad siempre inconclusa.

Asoman sus cabezas con los primeros sonidos.
Saben que la noche es una música que nace
del silencio. Bajan la mirada, persiguen las móviles sombras
de las notas escritas como un encaje en el concreto.
No hay mirada que alcance el largo de las avenidas, de los callejones en los que apenas se recuerda la música mejor escrita, la que
ya no viene más, la lluvia.


2
El cielo en la ciudad es siempre
un pedazo de color gastado.
Un cuadrado, un rectángulo,
a veces una franja gruesa informe,
una pieza de forma abstracta
que juega a mostrar un tono que no es color,
sino pura penumbra.

El viento en la ciudad hace la música,
el basural girando, enredándose
en un baile sucio, una sinfonía
de astillas, aluminio, plásticos.
Todo lo roto y manchado se eleva
se levanta para cantarnos su grandeza.


3
Un aleteo nervioso, la caída de un párpado,
el devastador recorrido de la inundación,
el nacimiento de un volcán
el lento viaje de las hojas secas
una península que se desprende
los hielos golpeando el cristal,
el corazón de otro pecho,
el hambre,
la travesía de un cuerpo en ruinas,
el sonido aparece y desaparece sin fatiga,
crece en su vaivén, ¿escuchas la música?
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