El poder de las preguntas
«No es tan simple comprender de dónde salen las preguntas. Irremisibles, incluso las más calculadas operan con resortes misteriosos». En este ensayo, Valeria Tentoni reflexiona sobre su relación con las preguntas y la relación de éstas con el quehacer literario. «¿Es posible aprender a escribir simplemente leyendo? ¿O conversando durante horas y horas sobre libros? ¿Entrevistar es escribir? ¿Quién se convirtió alguna vez en un buen jinete por hablar de caballos?». Antes de ser entrevistadora del medio cultural, interrogó a médicos, vedettes, coleccionistas, comerciantes, víctimas de violencia. Comenzaba preguntándoles por el color más hermoso que hubieran visto. Y formulando preguntas se construyó a sí misma como escritora en las respuestas de otros.
La compulsión antiautobiográfica
César Tejeda demuestra en este ensayo paradójico y adictivo que es posible hacer autobiografía utilizando la vida de los demás. Usar, por ejemplo, las de Tito Monterroso, Malcolm X, Mary Karr, Lucía Berlín, Robert Holbrook Smith para hacer autobiografía de César Tejeda. Se puede hacer autobiografía de César Tejeda escribiendo sobre escribir autobiografía en general. Sobre las narrativas confesionales de quienes asisten a una reunión de AA. César Tejeda demuestra, en este peculiar manual para futuros autobiógrafos, que incluso es posible hacer autobiografía sin hacerla en absoluto.
Ciudad de fantasmas
Aina Peterson, una incansable pintora de fantasmas, es la médium que utiliza Mario Heredia en esta novela épica para invocar y reinventar su Orizaba natal, una ciudad rodeada de montañas que en los siglos XIX y XX fue invadida por inmigrantes europeos que llegaron a ella guiados por extrañas casualidades. Relojeros, mayordomos imperiales, exiliados o exploradores que le dieron un aura única a ese lugar que sólo se puede describir por sus historias. Orizaba es lo que pasó cuando se mezclaron las cosas de acá con las de más allá, las europeas con las mexicanas, las de la ficción con las de la verdad.
Desdoblamiento poético
Treinta años de poesía se concentran en Encaminador de almas, de Ernesto Lumbreras. La antología incluye poemas de cinco libros, comenzando por Espuela para demorar el viaje (1993). Nadia Escalante, en el prólogo, afirma que «reunir una obra poética y preparar una antología personal implica un ejercicio de desdoblamiento para el autor»: Lumbreras fue lector de su obra y, al armar la recopilación, de nuevo, autor. Se incluyen también El cielo, Numerosas bandas, Lo que dijeron las estrellas en el ojo de un sapo y Tablas de restar. Además, traducciones de poemas de autores italianos y los «Polizones en el furgón de cola»: un ensayo y un cuestionario que contienen reflexiones que completan una poética.
Buscar la vida
El tono con el que escribe Alma Delia Murillo La cabeza de mi padre va creando una suerte de vínculo, una especie de intimidad, de amistad instantánea que logra que escritora y lectores se unan en la búsqueda de una vida. Y es que en esta aventura en la que se va tras la figura de un progenitor esfumado, lo que se encuentra es la brillante creación de una autobiografía, que bien puede ser una crónica, una novela o un ensayo; también poesía, y su música. Este libro denuncia mientras en él se narran los acontecimientos del trayecto vital. Está escrito por alguien que sabe bien que «ser mujer y crecer en un país donde asesinan a once mujeres cada día es sobrevivir». Sobrevivir para contarlo todo.
Alrededor de la isla
En el centro de la nueva aventura poética de Elsa Cross está la Isla Negra, ese lugar rodeado de mar, de un mar de palabras y sus cadencias. Para llegar a este sitio desde el cual todo emana, se pasa por «Sibila», primer apartado, donde el lector escuchará las profecías de diosas y mujeres sabias, entre ellas María Sabina. Ya en «Isla Negra», la poeta entabla conversaciones con amigos y poetas alrededor del mundo, como Neruda: «lobo de bar / traes el mar a tu casa, / ebrio de gaviotas y goletas». Luego de la visita al poeta, se llega a «El paraíso de los ahogados» con poemas dedicados a la memoria de los muertos. «Visitaciones» y «Disolución» cierran este poemario de estructura y música perfectas.