Preparatoria Regional de Tala, 2014 B
Era tan sencillo como aquel pastel que había horneado un día antes. La harina seguía intacta, ya todo había acabado y yo aún estaba asustada. Era tan linda, hermosa la llamaban. Parecía una muñeca de porcelana y así se mantuvo hasta el final. Aquel día las sombras se hacían más reales y ella más blanca, no soporté más la envidia de verla. ¡Fue siniestro la manera en que su belleza fue superior a la mía!
Parecía que se había perdido a una diosa y no era nada más que una psicópata que se la pasaba postrada en sus encantos. No pude más. ¿Cuál fue la razón por la cual lo hice? Fácil, era más bonita, era más alta, era más popular, era más que yo. Lo tenía todo, hasta el amor que me pertenecía.
Debo admitir que no fue fácil, se resistía demasiado. Hubiera arrancado su hermosa cabellera si no fuera por usted. Ya me pertenecían sus ojos azules, sus manos tan suaves, y aun así me faltaba algo.
No me pregunte si me arrepiento, porque no es así. Si pudiera, lo haría de nuevo y las veces que fuera necesario. Ella me humilló, destrozó lo poco que quedaba en mi alma. Pero no sufrió tanto como lo parecía. Mientras la privaba de su libertad, cogía sus manos y las acariciaba como si fuera su esclava. La adoraba, admiraba su belleza mientras poco a poco le sacaba los ojos, después su calzado fino y así pude sangrar sus tobillos. Más tarde, ya no me escuchaba, era un cuerpo inservible, espantoso y lleno de belleza.
Ya sabrá usted lo demás. Me encontraron bailando un vals con su vestimenta. Ella era tan sólo un alma libre y yo, por fin, me sentía hermosa. ¡La maté no sólo porque era más fuerte que yo, sino más bonita! ¡Y todos los días que recuerde su risa me veré calcinándola!