Manzana quebrada / Eli

Preparatoria 10

Estaba anocheciendo, era una cruda oscuridad. Se hacían presentes la luna, las estrellas y los lobos aullando junto con el viento que soplaba.
    Había un sapo que hacia ¡gruak! dentro del estanque. Una cascada en la que una persona estaba riendo a carcajadas. ¡Qué bien! Aunque a mí me daba pena que me viera, porque soy muy fea. Soy fea como una manzana podrida. Bueno, eso aparento, pero por dentro soy hermosa como una rosa.
    El estanque estaba cerca de mí y él salió de la cascada y pasó rozándome la piel. Lo miré fijamente y sentí que algo me latía por dentro.
    ¿Cómo explicar este sentimiento tan hermoso? Todo brillaba, todo lo veía diferente, más bello y delicado.
    ¿Cómo negarlo? Estoy sorprendida, esto nunca lo había sentido. Es algo maravilloso saber que hay cosas tan bellas como las rosas, pero, ¿cómo hablarle?
    ¡No le hablaré!, porque, como siempre, verá el cascarón y no lo hermoso de mi interior.
    Por eso soy una manzana quebrada, porque de esa misma manera quebraron mi corazón.

 

 

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