Un sentimiento incómodo la compasión
ése que se levanta
al ver que el joven con el que nos cruzamos
el de la frente gacha
tiene los ojos húmedos
o que un viejo ciego tropieza y manotea
con los anteojos rotos y las rodillas rotas
y la cara turbada de los abandonados
que una multitud huye
cargando sus gallinas y el peso de sus muertos
La compasión confunde
(nos hace odiar y amar al mismo tiempo)
desata nuestras culpas
adensa entre las manos la moneda
con la que consolamos la impotencia
y nos convierte en frágiles
seres sentimentales
tan oscuros a veces a las puertas del sueño
e incapaces de ir firmes y rotundos
como esos otros
los imperturbables.