Lecturas / La edición independiente desde Madrid / Diego Moreno

Las peculiares características de la edición de libros en España suele despertar interés, curiosidad y perplejidad cuando se conocen los datos. En un país en el que 40% de la población reconoce no leer un solo libro al año, hay 2,644 editoriales registradas y se publicaron en 2016 más de 81,000 títulos. Si nos centramos en el caso concreto de Madrid, para poder empezar a comprender el panorama actual de la edición, y concretamente de lo que entendemos (y es un concepto difícilmente definible con exactitud) como edición independiente, tenemos que atender en primer lugar a la distribución geográfica de la edición en España. Según la Panorámica de la edición en España 2015, Madrid y Cataluña concentran más de la mitad de la producción, representando 62.1% del total, con una participación de 36.3% para Madrid y de 25.8% para Cataluña. A continuación se encuentra Andalucía, con 13.2%, y la Comunidad Valenciana, con 7.4%. Cataluña ha sido históricamente el ámbito geográfico en el que residía la edición literaria independiente. De allí son los emblemáticos sellos Anagrama, Tusquets, Acantilado, entre muchos otros. Madrid estaba vinculado tradicionalmente a los grandes grupos, el libro de texto y la edición institucional. Esto ha ido cambiando en los últimos quince años y cada vez son más las editoriales independientes que surgen en Madrid (aunque en Cataluña han surgido importantes sellos independientes, como Libros del Asteroide, Blackie Books, Rayo Verde, etc.).
     En Madrid son innumerables los sellos que han surgido en los últimos tres lustros: Impedimenta, Capitán Swing, Errata Naturae, Cabaret Voltaire, Gallo Nero… entre otras muchas, han ayudado a transformar el panorama de la edición en nuestro país. No podemos olvidar el excelente trabajo de importantes editoriales madrileñas que contribuyeron a situar nuestra ciudad en el mapa editorial español, como Biblioteca Nueva, Visor, Siruela o Trotta, y de cuyo trabajo somos en parte herederos.
     En los últimos cinco años asistimos también a un surgimiento muy relevante de editoriales en la periferia, comenzando por editoriales con amplio recorrido como krk, Periférica o Contraseña en Asturias, Extremadura y Aragón, respectivamente. Si volvemos a la Panorámica de la edición en España 2015 podemos ver que se dieron de alta 55 nuevos editores en Madrid, 43 en Cataluña, y sorprende ver los 42 de Andalucía, los 28 de la Comunidad Valenciana o los 10 de Aragón. Esto nos muestra un escenario cada vez más plural en cuanto a la distribución geográfica, aunque si atendemos al número de isbn inscritos, Madrid destaca con sus más de 28,000 referencias, frente a las 20,000 de Cataluña y a las 10,000 de Andalucía.

 

Las empresas editoriales privadas y su producción por Comunidades Autónomas

 

Editoriales privadas

Producción editoriales privadas

CC. AA.

Número de empresas

% total de empresas

% producción en CC. AA.

% producción total

Andalucía

336

12.7

84.1

13.1

Aragón

80

3

85.8

1.9

Asturias, Principado de

46

1.7

74.1

0.7

Balears, Illes

36

1.4

66.6

0.6

Canarias

35

1.3

50.4

0.5

Cantabria

28

1.1

61.5

0.3

Castilla y León

91

3.4

66.9

1.6

Castilla-La Mancha

51

1.9

67

1

Cataluña

591

22.4

85.7

26.3

Comunidad Valenciana

227

8.6

80

7

Extremadura

37

1.4

77.6

0.7

Galicia

118

4.5

76.5

2.6

Madrid, Comunidad de

800

30.3

89.6

38.6

Murcia, Región de

32

1.2

60.9

0.8

Navarra, Comunidad Foral de

27

1

88.7

1.6

País Vasco

98

3.7

77.4

2.6

Rioja, La

10

0.4

48.9

0.2

Ciudad de Ceuta

Ciudad de Melilla

1

0

14.3

0

Total

2,644

100

84.3

100

 

 

­Distribución geográfica de los libros inscritos en el sistema ISBN

 

Números de ISBN inscritos

CC. AA.

2014

%

2015

%

% variación 15/14

Madrid, Comunidad de

29,794

37.6

28830

36.3

-3.2

Cataluña

21,272

26.9

20503

25.8

-3.6

Andalucía

9,357

11.8

10460

13.2

+11.8

Comunidad Valenciana

4,935

6.2

5844

7.4

+18.4

Galicia

2,604

3.3

2266

2.9

-13

País Vasco

2,374

3

2233

2.8

-5.9

Castilla y León

1,833

2.3

1599

2

-12.8

Aragón

1,149

1.5

1444

1.8

+25.7

Navarra, Comunidad Foral de

894

1.1

1174

1.5

+31.3

Castilla-La Mancha

908

1.1

986

1.2

+8.6

Murcia, Región de

604

0.8

826

1

+36.8

Canarias

880

1.1

713

0.9

-19

Asturias, Principado de

762

1

648

0.8

-15

Extremadura

535

0.7

602

0.8

+12.5

Balears, Illes

788

1

569

0.7

-27.8

Cantabria

278

0.4

348

0.4

+25.2

Rioja, La

219

0.3

321

0.4

+46.6

Ciudad de Ceuta

24

0

24

0

0

Ciudad de Melilla

14

0

7

0

-50

 

     Esto se explica, en parte, por la peculiar estructura editorial de nuestro país, donde son muchas las pequeñas (o incluso micro) editoriales que surgen, pero con un volumen de publicaciones muy pequeño: de los 2,963 agentes editores (incluyendo editoriales privadas y agentes institucionales), 21.7%, es decir, 643 editores, han publicado un solo libro en 2015. Por su parte, 1,329 editores (44.9% del total) han publicado entre dos y nueve títulos, lo que supone que 66.6% de los editores publicaron menos de diez títulos en 2015. Únicamente 12 editoriales privadas superaron la cota de edición de los 700 libros/año. En contraste, 1,460 agentes publicaron cuatro o menos libros al año. Si se compara la situación de 2015 con la de los años anteriores, puede comprobarse el afianzamiento del índice de concentración de la producción: en 2013, 5.7% de los agentes editores publicaron 62.8% de los libros; en 2014 4.7% de los agentes editores lanzaron al mercado 57.1% de los libros, y en 2015 59.6% de los libros fueron publicados por 4.4% de los editores.

Estructura empresarial y facturación del sector editorial

Tamaño de empresa

Número de empresas

%

% variación 14/13

Facturación (*) millones euros

%

% variación 14/13

Muy grande

6

0.8

0

769.94

35.1

+4.4

Grande

17

2.2

0

541.13

24.6

-8

Mediana

105

13.7

0

608.96

27.7

+5

Pequeña

640

83.3

-6

275.76

12.6

-0.1

Total

768

 

-5.1

2,195.80

100

+0.6

(*) La facturación refleja las ventas al mercado interior, a precio de tapa, IVA incluido, en euros corrientes.

 

     Los datos nos muestran que 26.4% de la producción privada fue editado por 92 empresas editoriales, que representan 3.0% de las que tuvieron actividad en 2016, lo que indica la enorme concentración de la producción. Cada vez hay más editoriales pequeñas aportando propuestas interesantes, ediciones cuidadas, buenas traducciones (no quiero decir con esto que las grandes empresas no cuiden todos estos aspectos), pero su repercusión en el volumen total de libros editados, y en la facturación, es casi irrelevante.
     Otro dato interesante para comprender la estructura de la edición española es el que muestra que 92.9% de la facturación se concentra en Cataluña y Madrid, y es en la facturación en donde Cataluña se muestra más fuerte que Madrid: 49% de la facturación frente 43%. Esto nos señala que, aunque en Madrid se publican más libros, las editoriales con más músculo (ya sean grandes o medianas empresas) están localizadas en Cataluña. Madrid concentra cada vez más los sellos más pequeños, muy numerosos, que en conjunto ayudan a que en Madrid se publiquen más títulos que en Barcelona, pero con una facturación claramente inferior.
El caso de Nórdica Libros es una muestra de una editorial madrileña nacida hace once años que poco a poco ha ido creciendo. Para que se hagan una idea: Nórdica nace con tres líneas editoriales muy claras, una dedicada a la literatura de los países nórdicos, otra a los clásicos ilustrados para adultos y una última colección dedicada a las literaturas de todos los países y épocas. Empezamos publicando 7 títulos el primer año, 13 el segundo, 15 el tercero… y así hasta llegar a los 30 títulos que publicamos ahora mismo. Durante los primeros cinco años sólo trabajaba una persona en la editorial, yo mismo, algo muy frecuente en la mayor parte de las pequeñas editoriales madrileñas, y me dedicaba por completo a la editorial desde el primer momento. Los primeros meses fueron duros, pero poco a poco fuimos encontrando un hueco en las librerías, gracias a autores como Isak Dinesen (El festín de Babette), Flann O’Brien (El tercer policía), Emily Dickinson (El viento comenzó a mecer la hierba), Charles Bukowski (Secuelas de una larguísima nota de rechazo), o la obra del premio Nobel sueco Tomas Tranströmer, de quien somos sus editores en castellano. En 2008 recibimos el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial como parte del grupo Contexto, premio que no sólo reconocía nuestro trabajo, sino que entendimos que era un mensaje de apoyo hacia una nueva forma de editar que había empezado unos años antes y que se estaba desarrollando en todo el país. Han pasado once años y, gracias a la complicidad de libreros, periodistas, y por supuesto lectores, nos hemos ido situando en el panorama editorial.      Nuestra estructura ha ido creciendo en este tiempo y ya somos cinco personas trabajando en este proyecto (más los traductores, diseñadores, correctores, impresores y distribuidores que colaboran con nosotros).
     En definitiva, el fenómeno de las pequeñas editoriales mantiene su pujanza, enriqueciendo la bibliodiversidad en nuestro país (y también fuera de él) y, aunque desarrollan su labor por todo el territorio, Madrid es seguramente donde se dan en mayor número y con mayor frecuencia. Gracias al desarrollo tecnológico ahora es posible crear empresas con muy pocos empleados y tener una difusión y presencia importantes. Lo difícil será que estas editoriales crezcan y se consoliden en un mercado editorial de mucha competencia, en el que el número de lectores no crece (o al menos no lo suficiente), con continuos desafíos y escasas ayudas. En todo caso, creo que este boom de las pequeñas editoriales españolas ha supuesto un soplo de aire fresco en el sector y en muchos sentidos ha cambiado las reglas del juego, visibilizando cada vez más el trabajo del editor ante la sociedad, apostando por el valor del libro impreso y  cuidando especialmente su calidad (es curioso observar cómo los sellos más pequeños y frágiles económicamente son los que más recursos dedican a la edición de calidad de textos y libro físico, haciendo de ello una clara seña de identidad), y desarrollando los necesarios vínculos con el resto de la cadena de valor del libro. Esperemos que la presencia de todos nosotros, editores con pocos recursos, pero mucha imaginación y voluntad, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara sirva para reforzar los lazos con lectores, libreros y colegas de México.

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