a veces demasiada intimidad aburre
llevo esta oración inflada en la cabeza
que ahora se desprende de mi cuerpo
como el globo liberado por la mano estúpida del infante
una leche me nubla la mirada un aletear de moscas mi cerebro
luego las sombras
luego los hombres
y estampado sobre las retinas de esos hombres
el reflejo de los ojos de mi rostro reflejado sobre el agua
sin parpadear