La última opción / César Alejandro Ramírez Martínez

Preparatoria 7

Dos minutos más tarde abandonó sus aposentos. Dio por concluida su tarea. Sin demora alguna llegó a la mansión y, en cuanto abrió la puerta, soltó un grito. No daba crédito a lo que veía.
    Vino a su mente la precaución que con tanta insistencia le habían mencionado: “No olvide quemar el cuerpo antes de irse”.
    Ahora entendía muy bien la razón de ello. Lo que sus ojos captaban no era otra cosa sino el cuerpo del vampiro. Por instinto empezó a correr mientras lanzaba lo que se encontraba a su paso, pero todo era en vano, ese maldito ser se acercaba más y más.
    Sin pensarlo, tomó la única opción que tenía. Arrancó la hoja y volvió a empezar.

 

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