Silvia Eugenia Castillero
José Luis Rivas se ha caracterizado por ser un poeta que tiene un discurso alterno en la traducción.
Lenguaje concentrado —la literatura—, y aún más la poesía, se vuelve en la obra de Rivas una crítica al lenguaje pero desde su interior, desde el puente entre una lengua y otra, y que permite una visión desnuda del propio poema. Un entrar cuerpo a cuerpo a trabajar con él sin distancias conceptuales.
Desde la página en blanco que está entre una lengua y otra, el traductor lanza sus filtros perceptivos para transmutar ese texto y lograr el sentido en otro lenguaje, el suyo: el castellano.
Esta especie de malabarismos posee en Rivas un vasto conocimiento de la estructura de ambas lenguas, pero no sólo eso: porque se trata de poesía, posee un acucioso saber de las especificidades de los dos lenguajes, de las variables formales, de la gama de matices y mezclas posibles, de los límites a transgredir.
José Luis Rivas logra en sus traducciones encontrar, en la fisura o frontera entre ambos lenguajes, una forma inexistente en la lengua a la que se vierte el sentido de la primera, devela una forma inexistente en su relación activa con la realidad.
Complejidad y delicadeza serían los adjetivos que destaco de sus versiones de Una temporada en el infierno y de Iluminaciones de Rimbaud, publicadas en sendos libros por la Universidad Veracruzana.
La lógica o las lógicas de las metáforas y del mundo simbólico de Rimbaud, un mundo enigmático y oscuro, se van dejando sentir y fluir en las traducciones de José Luis. Seguramente detrás de estos versos que fluyen, o de los poemas en prosa, hay todo un análisis fónico y gramatical del francés rimbaudiano, que Rivas realizó y gracias al cual podemos disfrutar como lectores.
La precisión que Rivas logra al traducir la poesía de Arthur Rimbaud nos lleva a percibir la cinética que mueve estos versos y la gama de fibras nerviosas que los atraviesa. Una especie de mímesis que, en efecto, insisto, es crítica literaria interna que destruye un lenguaje para rehacerlo y lograr la encarnación de su significación y sentido, así como su forma intrínseca de belleza y polisemia.
Las versiones de José Luis Rivas son producciones literarias provenientes de un trabajo arduo desde las catacumbas del lenguaje, es decir, desde su estructura sintáctica y morfológica, logrando así lo que George Steiner llamaría una gramática de la poesía y una poesía de la gramática. Porque, como lo dice la etimología de la palabra verso, del latín versus, que significa línea de un poema, pero también el giro que el labrador da al terminar un surco al final de un campo y disponerse a empezar otro, Rivas logra en sus traducciones un equilibrio uniforme e interiorizado.
Los poemas de Rimbaud fluyen así con toda la fuerza de una sintaxis revolucionaria y la depuración de un lenguaje nuevo.
Una temporada en el infierno e Iluminaciones,
de Arthur Rimbaud. Universidad Veracruzana,
Xalapa, 2019.