*** / Kenia Loera Rizo

Preparatoria 7 / 2013A

Morir.
     Voy a morir.
     No es ninguna novedad, no es que ocurra hoy ni mañana,  porque tal vez tarde un año o medio siglo, y no me preocupa, porque no hay remedio, es algo natural o debería serlo; lo que me aflige es no confiar en ti. Por mi parte no tengo intención de dañarte, aunque algún día pudiese insultarte en la calle por dirigirme alguna obscenidad, por no usar la direccional de tu automóvil o cualquier otro motivo, pero ten por seguro que aun cuando me resulte insoportable tu estilo de vestir, odie la forma en la que hablas, piensas o  cómo usas el maquillaje,  no odio que respires,  no podría impedirlo,  no te conozco; en mi mente no existe algún recuerdo de tu rostro, eres uno, eres una multitud, siempre ahí. A veces joven, otras no tanto, una sombra o un espejo, en ocasiones avestruz, luego pavorreal, pero ahí, siempre ahí.
     No te amo.
     No te odio.
     No te conozco.
     No creo que seas sólo un cuerpo  con cerebro de vaca.

 

Comparte este texto: