Hasta una herida tiene su extraño tono de belleza….. / Mara Angélica Gutiérrez Medrano

Desgajaste mis entrañas pululante, en la inocencia de un amor siempre prohibido, pero qué más añoranza que la que nunca se ha poseído y la desilusión de excavar tan profundo y descubrir que eres granito…
       Quisiera exorcizar de mi memoria los minutos consumados en tus besos, saber que existe más que la carne y este dolor que condensa mi existencia, derramarte por todos lados, en la monotonía de mis heridas que suelen sangrar sin tu presencia.
       Amas con la fe de buscar el complemento, una tregua del destino, que ahora tiene que ser menos amargo. Amas con la ingenuidad de la palabra y la sabiduría de la memoria.
       Pero aun así mi insistencia nunca declina por completo, se mantiene persistente, tal vez por mi tendencia al fracaso o por el sueño inocente que persigo desde mi infancia.
       Es cierto, el amor es dolor intenso, hasta cuando es más puro y sublime, pero resume la belleza del sentimiento más limpio y más compartido… porque se ama la carne, la vida la esencia de las cosas…

 

 

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