Algo siempre está pasando en los dibujos y en las pinturas de JORS :un alter ego nace de un personaje que sufre el calor de la acción y suda colores; tres diablillos que tienen como mascota un cuervo disfrutan viendo la travesura que acaban de cometer (¿incendiaron un edificio, acaso?); incluso cuando el movimiento es imposible —una mujer monta una jirafa de dos cabezas contrapuestas que tiene,
además, las patas amarradas—, el sentimiento de acción está presente.
Los personajes de JORS pasan por situaciones extrañas que son descritas minuciosamente. El ar tista se centra en lo que les sucede, aunque a veces el contexto no aparece, ya que algunos dibujos son bocetos que luego forman parte de pinturas, de otros cuadros. Los personajes, afirma JORS , «quedaron latentes en los cuadernos» y, tomados de ahí, sorprenden al espectador con su vivacidad y con la naturalidad con que se les ve en las condiciones extremas que sufren.
El mundo imaginario de JORS , uno adivina, tiene múltiples fuentes que van de lo cotidiano, de lo callejero y del colorido ar te popular a la alta cultura, la literatura, los clásicos y la pintura de los grandes maestros, en la que abundan los retratos y autorretratos.
Sin embargo, si el espectador se pregunta de dónde vienen precisamente las imágenes del ar te de JORS , la respuesta es difícil, se complica, ya que hay zonas oscuras que apenas se pueden vislumbrar, que apenas se distinguen en la maraña de trazos, formas y colores que se conjugan en la originalidad de las piezas de este creador.
Hay claves, claro: una de ellas es el gusto de JORS por la literatura, por autores como Edgar Allan Poe, quien comienza su cuento «La incomparable aventura de Hans Pfaall» con «La canción de Tomás el loco»: «Con el corazón lleno de furiosas fantasías, / De las que soy el amo, / Con una lanza ardiente y un caballo de aire, / Errando voy por el desierto».
Arte, literatura, incluso ciencia —biología, botánica—, sean cuales sean las fuentes, las «furiosas fantasías» de JORS existen, ahí están, aquí viven para inquietarnos, para dejarnos absor tos en un mundo en el que algo está sucediendo y mucho está por suceder gracias a ese amo que galopa en su caballo aéreo en la desier ta realidad contemporánea.
Víctor Ortiz Partida
Alter / Técnica mixta sobre papel / 14.8 x 21 cm / 2017
Boceto / Lápiz sobre papel / 22 x 28 cm / 2002
Mal de San Torvito / Mixta sobre papel / 14.8 x 21 cm / 2017
Boceto / Lápiz sobre papel / 22 x 28 cm / 2000
Reader Indigesto / Lápiz sobre papel / 27.9 x 35.6 cm / 2003
Pantócrator trompe l’oeil / Lápiz sobre papel / 27.9 x 35.6 cm / 2005
Gog / Lápiz sobre papel / 27.9 x 35.6 cm / 2003
Serie Sierpes / Tinta sobre post-it / 3 x 3 o 3 x 5 pulgadas cada uno /2018
Leaves of Grass / Tinta sobre papel / 27.9 x 35.6 cm / 2010
Centrífugo / Lápiz sobre papel / 27.9 x 35.6 cm / 2002
Torres / Lápiz sobre papel / 27.9 x 36 cm / 2003
Tiresias / Lápiz sobre papel / 27.9 x 35.6 cm / 2003
Mantarray / Tinta sobre papel / 14.8 x 21 cm / 2010
Ateop / Tinta sobre papel / 14.8 x 21 cm / 2015
Patafísico Ví c to r Ort i z Pa rt i da / Mixta sobre madera / 15 x 15 cm / 2016
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