In memoriam † Minerva Margarita Villarreal a José Javier Atravesé los campos entre lobos y viento escribiste, ¿qué fue aquello que encontraste tras la niebla? ¿la palabra que faltaba, la conjugación del tú en el verbo nosotros? No se trata de un sueño lo que hallé en la niebla contestas, desde una estrella en fuga. Hubo una vez ¿recuerdas? días junto al mar, una playa a la que tú acudías engalanada, convertida ya en la intérprete que habrías de ser, que temías ser en una historia por contarse, la que nunca dejaste siquiera traslucir, más allá de un ámbito privilegiado, heroína encarnada en ti misma. Ambos, hermanita, regidos bajo el sol de Aries, leo ahora las iniciales de tu nombre como una cifra ¿de qué? No supe advertir, la voraz avanzada de la sombra que te comía por dentro, ésa, inconmovible robadora, nunca pudo arrebatarte la belleza, tú, muchacha siempre, buscabas el abrazo de Dios en un círculo de dolor iluminado. Hablaste, hablamos, cosas que ahora tú sabes de cierto, ¿obtuviste respuesta a tus empeños? ¿entraste al fin transfigurada en el castillo abierto por Teresa? ¿Nos cuidas desde ahí? Aquí, ahora, el amor resurge, anima su menuda linterna entre la sombra nombrada, al fondo suelta la parva de gorriones que se eleva. Cada 5 de abril voy a seguir celebrando contigo nuestro cumpleaños.
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