Esteban Eduardo Cortes López

Preparatoria 2 / 2015 B

Una vez
Dios me partió el amor
con un pétalo de ojos tiernos.
Cautivo sin esperanza
solo me alivié rumiando cólera.

 

Después
se disculpó
y me regaló un pincel .

Con él me inmolo
 acaricio un mundo de colores
sin rencor alguno
y aunque no es una mujer
me rompe la cabeza como si lo fuera.

 

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