En el colapso del sueño, tu suerte

Victoria Mallorga Hernández

(Lima, 1995). Ha escrito albión (Alastor Editores, 2019) y absolución (2020, disponible online).

si es éste el último fin
de nuestra historia colectiva
qué más da si volvemos sobre nuestros pasos 
a retomar la vieja guardia
de Versalles, los jardines simétricos 
de nuestra infancia, los restos de
piletas amadas por el error humano, 
la perspectiva oblicua de
volar pendiente abajo a trompicones 
despegando los pies del asfalto 
aprendiendo a empinar
botellas de vidrio helado, preguntando 
entre sorbos si ésta es la casa,
si ésta es la ciudad o el tiempo celeste 
el espacio correcto para abrir mi pecho 
y sembrarte, horadar el músculo hasta 
que te acurruques
    sellarte quirúrgicamente 
aunque tus raíces estallen
las válvulas de afecto controlado,
me obliguen a sentir las calles rojas a la visión de nosotras 
las piedras a nuestro paso quebrado
cada ruta caminada un color de vino claro y una gota de risa que riega
toda fuente de agua kilómetros a la redonda, 
que marca postales y postales
con grafiti, juana de arco en bonete 
anunciando que
la estamos pasando maravillosamente
y	no os echamos para nada de menos 
porque
aunque vuelen las aves hacia el norte 
la grácil afrodita orienta mi sentir al sur,
me subyuga con afecto de muchacha
                   la repetición ubicua de tu pulso 
en cada recuerdo, los tropiezos
que construyen década y siglo 
el mapa del retorno amoroso 
donde	después de la guerra
                  nos reencontramos

                                hasta que la magia colapsa

si callas en las tardes a la espera
mientras mi cuerpo envejece por primera vez 
en invierno, créeme cuando te digo que
es una fantasía rota sobre una carpeta de alpaca 
rojo vino supurando sobre su pelaje
pies cortados de imprudencia
donde jamás antes ha durado la llaga
             el olor del cigarrillo encendido contra el vidrio 
             avenido a pucho final
             efímero.

            qué más da si es una película, querida, 
si está armada de mentiras esperando
el arco argumental primigenio:
la pérdida del yo bicéfalo 
se cierne sobre nosotras 
cuenta minutos para que 
seamos parte de las mil
escenas de muerte correctiva—

                pero tú siempre has sido suerte
          nos escabulles a través de pasadizos secretos
   arrojas la narrativa a través de las ventanas
hastiada sujetas mi mano y
                            vuelas de regreso 
a esa nuestra casa
para cruzar el umbral y
             apagar el reproductor
                                    por última vez.
 
la casa resuena de esperanza, 
frente contra frente, 
primigenia.
 
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