Confrontaciones sin ningún propósito; una muerte dentro de un auto de techo plegadizo volteado entre las calles 110 y 101. Accidente menor 565. El desierto de una carretera internacional. Estoy solo mirando la pintura mural de una cellista de la filarmónica y me percato de que ya no puedo ver más su nariz a través de los árboles. Sólo unos ojos que fijan su mirada en mí, y su instrumento apenas visible encima de su falda anticuada de tafetán, que por fuerza tuvo que usar ese año —el año en que plantaron el pasto que ahora crece implacable frente a ella como si estuviese enamorado.
River of Oblivion
Unintended confrontations, a life lost in a flipped soft-top car at the juncture of the 110 and the 101. Fender bender 565. The wilderness of a highway meridian. I am left staring at the mural of a Philharmonic cellist and realize I can no longer see her nose through the trees. Only intent eyes gaze at me, her instrument barely visible over the passé taffeta skirt she was forced to wear that year—the year they planted the brush, now growing relentlessly in front of her as in love.