Autor del libro de poesía Nebde (Ediciones del Lirio, 2019)
En Las hojas (Cataria, 2020), David Huerta emprende una travesía a mar abierto por la poesía, donde va de Góngora a Lezama Lima, de Eliot a Ovidio y a Mallarmé. Dueño de una prosa sarcástica, crítico asaz puntual, Huerta teje y desteje la poesía de los autores que admira, aquellos que le imponen dificultades. En este libro es posible hallar al poeta como un lector, siempre honesto y conversacional.
En entrevista, el autor de Incurable da cuenta de su proceso creativo y lector, sus observaciones en torno de la poesía y los libros que ha leído en tiempo de pandemia.
«Yo estoy convencido de que los poetas están hechos de los poetas anteriores; no de todos,perosí de los que han estado presentes con intensidad en sus lecturas formativas: el hígado esde César Vallejo, el páncreas de Antonio Machado, los ojos de Federico García Lorca, y asísucesivamente hasta formar el cuerpo del poeta, su entera fisonomía y su fisiología. Escribirsobre poetas que me interesan es explorar mi propia poesía, de una manera extraña perocierta».
Al cuestionar a David sobre el ánimo didáctico de su libro, es decir, el tiempo que se toma encada ensayo para explicar la teoría poética, reconoce que él sólo buscaba entablar un diálogo: «Yo siempre he pensado que la literatura es algo sobre lo que se habla entre amigos; a veces, un fenómeno del que se habla en clase. Yo soy muy amiguero, así que me la he pasado hablando de poesía, poetas y poemas con mis cuates; como también soy profesor, hablar de poesía es algo que forma parte de mi experiencia en la escuela, en la universidad. Es seguro que el espíritu de esas conversaciones y esas clases se ha filtrado en Las hojas. Me considero un perpetuo estudiante y me moriré tratando de aprender nuevas cosas. No entiendo a las personas que dicen: “Ya terminé mis estudios, no vuelvo a abrir un libro, me dedicaré a trabajar y a hacer mi vida”. No, eso me parece fatal. Entonces, sí, educar al lector, compartir mis obsesiones y mis gustos, orientar o “dar nortes” sobre poesía, poetas y poemas», afirma.
El clásico futuro, don Luis de Góngora.
En Las hojas es posible encontrar, de una página a otra, a Garcilaso, pasar hoja y hallar a Machado, después a Cervantes, poco más adelante a Saint-John Perse, ir a la isla de DerekWalcott—y entonces, y por qué no, a Aimé Césaire, Nicolás Guillén, José Martí, Lezama Lima, pero sobre todo a Luis de Góngora, el poeta más admirado por David Huerta.
«Para mí, la poesía de don Luis no está atrás porque esté en el pasado, ¡más bien está en el futuro porque no le hemos hecho justicia! Lo hemos leído mal y con impaciencia, irritados por
su complejidad, medio indignados porque dizque no se entiende nada de lo que hizo. Góngoraes un clásico futuro, si puedo decirlo así.
»Prefiero la poesía difícil porque la poesía fácil, la que se entiende a la primera, no representa ningún desafío y termina siendo muy aburrida, en mi opinión. Desde luego, puede producir primeras impresiones muy agradables; pero la veo cerca de esos productos literarios para el entretenimiento, para pasar el rato, sin mayores alcances».
De lector a lector
David es muy claro al reconocer que con este libro no quiere decirle al lector qué autor debe leer, pero sí pide que se lea, pues es fundamental. Al preguntarle qué autores ha leído en el aislamiento, menciona algunos nombres:
«Al poeta chileno Raúl Zurita, al peruano Mario Montalbetti, al mexicano Salvador Gallardo Cabrera; a Sergio Raúl Arroyo, Jorge Gutiérrez Reyna, Coral Bracho Elsa Cross, Verónica Murguía, Luis Vicente de Aguinaga, Elisa Díaz Castelo, Malva Flores, Tedi López Mills, José LuisRivas yAntonio Deltoro, Jorge Comensal, Carlos Ulises Mata son algunos».
Adelanta que actualmente está casi en prensa un libro de prosa—«no sé si llamarlo “de prosa poética”»—, que se llama El viento en el andén. «Lo va a publicar Francisco Magaña en su editorial, Monte Carmelo, en Comalcalco, Tabasco. Lo apoyan en la producción unos amigos muy talentosos de Querétaro, Federico de la Vega y Diana Rodríguez. Bueno, y estoy escribiendo otro libro de prosa que me tiene muy ocupado. Por último, te cuento que organizo mis montones de poemas inéditos para una serie de publicaciones futuras».
A medio siglo de El jardín de la luz
En 2022 se cumplirán cincuenta años de la primera publicación de David Huerta como poeta, El jardín de la luz. Al preguntarle cómo se siente respecto a aquel libro pasado este tiempo, no duda en responder que está lleno de dudas. «Y no nada más así: suelo cometer todo tipo de errores en la vida cotidiana y en mis tareas, digamos, intelectuales; siempre me apresuro a corregirlos, cuando los descubro. Me preocupa siempre que se me haya ido algún dato falso, alguna opinión desencaminada o, lo que es peor, desencaminadora.
«Estas hojas de poesía,» concluye refiriéndose al libro recién publicado, «sin duda están en el invierno de mi vida, una estación ahora asediada por las incontables vidas arrasadas por la pandemia que padecemos y que ya no sabemos cuándo terminará. Es todo horrible y desconsolador. Hay un sentimiento de inermidad, una sensación de vulnerabilidad total; lo peores que hay una razón poderosa para esas emociones medio paralizantes y depresivas. Pienso a veces que yo ya voy de salida, pero no puedo cerrar los ojos o ser indiferente ante todo lo que sucede ahora y seguirá sucediendo, pues será cosa de muchos meses, de años, hasta que todos estemos vacunados».