El eterno pasajero de su destino / Vicente Huidobro

Cuando hablamos de Vicente Huidobro, reconocemos el papel del creador en esencia, aquel que es capaz de proponer nuevos imaginarios a través del lenguaje, que va más allá de la lógica establecida para instaurar su propia lógica.

Aburrido de dejar ese papel a la naturaleza (en cuanto a la voluntad creadora), comienza a edificar los cimientos de un tejido escritural que es la proyección de sus angustias y obsesiones, donde la asociación de palabras y conceptos genera un hecho nuevo (un – pájaro – anida – en – el – arcoíris), donde los neologismos, la anáfora, la fragmentación —que anuncian el fin de una era y tal vez el comienzo de otra, como reza en Altazor— proponen una travesía a través de rutas insólitas e inesperadas.
Pero toda esta aventura creativa, todo este vuelo cósmico, descansa sobre un soporte fundamental: el profundo conocimiento que tiene de la tradición, porque de lo contrario sobre qué parámetros podría innovar, cómo sabría que aquello que se propone ya fue hecho hace siglos.
Huidobro es la puerta a otras realidades, el oxígeno invisible de nuestra poesía, como lo describiera Octavio Paz. Por eso continúa siendo del mayor interés entre aquellos lectores atentos que estas sociedades de consumo no han logrado vulnerar.
«Quiero darte una música de espíritu». De qué nos habla este verso sino del poder del lenguaje, de la virtud reveladora de las palabras.
Los textos que a continuación divulga la revista Luvina pertenecen al libro Últimos poemas, recopilado por la hija del poeta, Manuela García-Huidobro Portales, y publicado de manera póstuma en 1948.

Mario Meléndez
Fundación Vicente Huidobro

La gran palabra 

La gran palabra 
Lázaro ¿la has olvidado? 
El mar dobla su vida 
Año de gloria las águilas dominan sin impaciencia 
La enorme mano escribe 
El mundo tiene aún su pequeña esperanza 
Hospital que renace de sus cenizas cada día 
La palabra olvidada te dejó olvidada 
Ven a mi pecho a tomar armonía

Murmullo del vacío
Tu cabeza redobla y llena el cielo

Alfabeto perdido por los siglos 
Sobre las montañas y los campos

La paz que viene como una carta 
Especial para la esfinge

Los que bajan la escalera de la muerte
Y los que van en compañía de sus estatuas
Por los caminos sin historia
Oh cuántos laberintos venidos a menos
En los mundos de ayer a causa de sus monstruos

 

Hija

Tengo tu rostro entre las manos
Oh aire dulce retrato de aire
Anillo del mundo y del pasado
Tu rostro de silencio
Rostro de lámpara tierna
Con qué facilidad te formas en mis ojos
Cómo vuelves alegrando la negrura

Miseria del recuerdo
En el umbral del frío la selva se hace sueño
Se desprenden las hojas
Se mueren las miradas gota a gota

 

Voz preferida

Aquellos cielos derramados entre palomas y montañas
aquella tierra que llenaba el mundo
con voces marinas y sus ansias
de razas desbordadas y capitanes furibundos
esa enorme vertiente o corazón inagotable

Ahora al sacudir sus nuevos sueños
vuelve a tomar su marcha desde el sitio
en donde la epopeya se quedó dormida de cansancio
entre caballos rodando por la muerte
entre la altiva historia con el mismo gesto de sol con que saliera

 

Aire de alba

Mi alma está sobre el mar y silba un sueño 
Decid a los pastores que el viento prepara su caballo 
Y saluda al partir en el orgullo de su infancia 
Yo amo una mujer de orgullo y sueño 
Desembarcando de su fondo silenciosa 
Sabed pastores que debéis cuidarme 
Y cuidar sus sueños y cuidar sus cantos 
Y la fiesta de las olas 
Como alegría de su orgullo y su belleza 

Ah cielo azul para la reina al viento 
Ah rebaño de cabras y cabellos blancos 
Labios de elogios y cabellos rubios 
Animales perdidos en sus ojos 
Hablad a la osamenta que se peina 
En el país del fondo hasta el fin de los siglos 
Túnica y cetro 
Amplificación de los recuerdos 
Ruido de insectos y caminos 
Hablad de la comarca como corre el océano 
Ah el viento 
El viento se detiene para la reina que sale de su cielo 

 

Días y noches te he buscado

Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas

Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado

Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro lo haces rey coronado por tu mano

 

Abramos nuestro pecho

Abramos nuestro pecho
para que el cielo se reconozca
ayudemos a la tierra a sostenerse
a ser grandeza en su manto de recuerdos
y no simple navío en marcha
Que ella sea el pensamiento que la eleva
que sea al sentirse a sí misma
el sufrimiento que arraiga hasta debajo de las tumbas
Brotan los ríos para hallarse solos
nacen los árboles y las casas de los hombres
se forman razas buscando una flor maravillosa
el mar se mueve para que no lo olviden
todo anhela una dulce comprensión admirativa
¿Dónde está el hombre y el fundamento oscuro?
en dónde está la desventura la voluntad y el ansia?
Y él aparece en su razón de ser
¿Qué buscas hombre de mirada variable?
Algo que se ha perdido entre los siglos
algo que era nuestro y demasiado grande
tan esencia de todo que no supimos ver
y se nos fue en tinieblas vida abajo

 

Edad negra

La muerte atravesada de truenos vivos
Atravesada de fríos humanos
La muerte de sobra llamando tierra por la tierra
Y de subida en los rostros amargos
La marea apresurada
Sobre los ojos y las piedras…
Cómo decir al mundo si es necesario tanto hielo
Si exige el tiempo tal suplicio
Para futuras voces nuevas

¿En dónde estás flor de las tumbas
Si todo es tumba en el reino infinito?
Sólo se oye la lengua del sepulcro
Llamando a grandes gritos
Las campanas secretas
En su misterio de memorias a la deriva
Semejantes al temblor eterno
Que se separa de los astros

No hay sacrificio demasiado grande
Para la noche que se aleja
Para encontrar una belleza escondida en el fuego

Perderlo todo
Perder los ojos y los brazos
Perder la voz el corazón y sus monstruos delicados
Perder la vida y sus luces internas
Perder hasta la muerte
Perderse entero sin un lamento
Ser sangre y soledad
Ser maldición y bendición de horrores
Tristeza de planeta sin olor de agua
Pasar de ángel a fantasma geológico
Y sonreír al sueño que se acerca
Y tanto exige para ser monumento al calor de las manos

Penan los astros como sombras de lobos muertos
En dónde está esa región tan prometida y tan buscada
Penan las selvas como venganzas no cumplidas
Con sus vientos amontonados por el suelo
Y el crujir de sus muebles
Mientras el tiempo forja sus quimeras
Debo llorar al hombre y al amigo
La tempestad lo arroja a otras comarcas
Más lejos de lo que él pensaba

Así dirá la historia
Se debatía entre el furor y la esperanza
Corrían a encender montañas
Y se quemaban en la hoguera
Empujaban ciudades y llanuras
Flanqueaban ríos y mares con la cabeza ensangrentada
Avanzaban en medio de la sombra espía
Caían desplomados como pájaros ilusos
Sus mujeres ardían y clamaban con relámpagos
Los caballos chocaban miembros en el fuego
Carros de hierro aviones triturados
Tendidos en el mismo sueño…
Guárdate niño de seguir tal ruta.

La noche momentánea

Sur le pont d’Avignon
On ne danse plus en rond
Ya no se baila sobre el puente de Avignon Francia
Ni se baila ni se canta en ninguna de tus plazas
Todo es tristeza ahora
Una altiva tristeza que rumia en los adentros
Y prepara el día de los volcanes vengadores

Árbol del sacrificio
Esperando la voz de tus clarines
Para saltar al medio de la hoguera
Y levantar tu nombre

A ese cénit de espejos triunfadores
A ese alto sitio tuyo Francia ese alto sitio
Otorgado por los siglos

Bajel del mundo prepara tu velamen
Este viento contrario que te azota y detiene tu marcha
Ha de cambiarse en viento favorable
Ha de empujarte otra vez en tus rutas ilustres
Entonces los que no hemos aceptado tu derrota
Cantaremos el canto inmenso que levanta los astros
Ya que los que te entregaron maniatada
Tendrán sólo el suicidio o el fondo de los mares
Que aún es demasiado honor para tanta miseria

Árbol del sacrificio
Henos aquí los que te amamos a tu sombra
Gota a gota la muerte la perfidia
El dolor cae sobre nuestras cabezas
Henos aquí velando tu horrible pesadilla
Atardece sobre la tierra
Tus águilas atadas sollozan recordando otros días
Recontando epopeyas que rebasan tus campos
Enumerando glorias que no caben en tus límites
Ni sobre los dedos de cuarenta millones de hijos
Sangre de hombres
Esperanza de hombres que construyen destinos
Oh plena de anhelos milenarios
Oh profunda raíz de las edades y vísceras del tiempo

Árbol del sacrificio
Yo canto todo aquello que ha tenido grandeza
Los barcos de aventura entre el misterio
Buscando olas bravías
Los audaces de ojos afiebrados
En la maraña de las selvas o de ideas osadas
Agrandando la vida el pensamiento
Creando tierras y muriendo de sed

El despertar de razas como enormes incendios
El pasado que se proyecta a un gran futuro
Mas no la traición y sus hojas podridas
Silbemos aquí contra las rocas descompuestas
Frente a las ansias torpes y el heroísmo hueco

Árbol del sacrificio
Aquí bajo tu sombra mi corazón me cuenta
Las historias perdidas en los años del mundo
Me habla de las leyes obscuras
Me enseña la lección de la esperanza
He visto Francia
He visto y estoy viendo el rostro de los siglos
Los buscadores incansables
Los árboles que admiran las insignes empresas
El pájaro que endulza al prisionero detrás de los barrotes
Los castillos con un alma que hila en una rueca
Los grandes alaridos que derrumban murallas
Las montañas emocionadas por la bravura y el esfuerzo
El caballo llorando al caballero muerto

Yo te he visto Francia
Semejante al primer arcoíris del mundo
Yo te he visto semejante a un astro derramando ensueños
Yo te he visto orgullosa y parecida al huracán
Yo te he visto amada mía
Dulce como una fruta preparada por los tiempos
Para el sabor universal
Te he visto cuando abrías el alba
Y te abrías al designio
Francia
Se asusta el hombre cuando tú enmudeces
En este juego de la Historia
En este juego subterráneo y tremendo
En donde los impulsos se forman y deforman
En donde las fuerzas se deshacen
Y buscan un equilibrio nuevo
En este juego de la Historia fatal y triunfadora
Donde el barco no puede elegir sus olas
Hoy te ha tocado la noche
(Que sea breve es mi deseo)
Pronto que vuelva pronto le temps de cerises
Oh bergére bergére rentre tes noirs moutons

Francia en esos campos trágicos
Donde los hombres caen como la noche
Te dieron un brebaje de hierbas venenosas
Ahora estás soñando que una hiena devora tus entrañas
Un hada maligna te ha dormido
En un lecho de sangre
Pero no pudo cambiarte en monstruo repugnante
El hechizo no será perdurable
Ya viene el caballero a despertarte
Escucha el paso de los tuyos
Que se acercan corriendo entre fantasmas
Por los bosques donde otros se perdieron

Árbol del sacrificio
Gritemos a los vientos que hay que enjugar las lágrimas
Y preparar las armas de la aurora
Francia mi dulce Francia
Con su vieja cordura y sus altos delirios
Aún hay muchos que creemos en ti
Oh necesaria a la tierra como la primavera
Tú eres la puerta de los sueños
Eres la madre humana comprensiva y sonriente
La primera mirada a la primera estrella
La última mirada a la postrera
El primer aplauso el último saludo
Flor de profecías y relámpagos
Eres la puerta por donde entra el corazón al mundo

Henos aquí a tu sombra
Contemplando tu noche momentánea
Oh tristeza oh pájaro sin canto
¿Cuánto tiempo ha de durar nuestra desgracia?
(Que sea breve es mi deseo)

Árbol del sacrificio
Aquí bajo tu sombra
He de verte volver del fondo de la noche
Trayendo tus recuerdos encendidos de nuevo
Tus grandes ojos abiertos a los cielos
Trayendo tu estrella como un libro de luz entre las manos
Al seguir tu camino dejando atrás las sombras
Oirás una voz nueva que cae del espacio
Y te llena de impulsos porque tiene algo tuyo

Francia
Despertemos de esta larga pesadilla
Hay que romper la telaraña que te envuelve
Encender otra vez la antorcha del destino
Entre tanto agonizante y tanta niebla

Francia bailemos la Carmagnole

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