*** / Ekmon Ulises Ávalos Atenco

Preparatoria 4

Heme aquí, sentado en mi silla incómoda, observando. Todo está tranquilo, leves murmullos que emanan de las personas que están en este salón casi vacío pasan a través de mí, haciéndome sentir invisible. Sí, eso debe ser: seguramente tengo superpoderes pero no los controlo bien, por eso cuando entro al salón los alumnos no se dan cuenta de que estoy aquí.
No es tan malo, la verdad no cualquiera tiene superpoderes, pero… yo quisiera tener un superpoder que no me hiciera sentir menos, como el de Pasarín, que tiene voz de estruendo y con tan sólo hablar un poco, todos callan y atienden a lo que está diciendo; o como Cermeño, que con poco se convierte en hombre lobo y se come a los alumnos que no obedecen. Pero no, yo tengo que conformarme con sentarme en mi silla incómoda, mientras la invisibilidad me permite ser ignorado.   

 

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