Eco / Itzia Gabriela Valdez

Preparatoria Vocacional
2019-A

Corría. El viento golpeaba mis mejillas con fuerza y jalaba mi melena hacia atrás. Mi corazón latía con fuerza, mi respiración era entrecortada y agitada. Mis pulmones ardían, apreté mis puños, ellos se acercaban, los podía escuchar.
      Para mi maldita suerte tropecé y me hundí en el lodo, la sangre subió por mis venas y sentí cómo su calor quemaba mi cuello. Los pasos que oía se fueron alejando.
      ¿Se estaban alejando? No, no lo iba a permitir.
      Mis músculos se apretaron y mis piernas gritaban mientras me incorporaba con dificultad.
      -¡No huyan, cobardes!- grité al viento.
      Y comencé a correr, los pasos volvieron a sonar detrás de mí y me llenaron de adrenalina, miedo. Se acercan, pensé, los escucho.

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