Preparatoria Vocacional
2019-A
Corría. El viento golpeaba mis mejillas con fuerza y jalaba mi melena hacia atrás. Mi corazón latía con fuerza, mi respiración era entrecortada y agitada. Mis pulmones ardían, apreté mis puños, ellos se acercaban, los podía escuchar.
Para mi maldita suerte tropecé y me hundí en el lodo, la sangre subió por mis venas y sentí cómo su calor quemaba mi cuello. Los pasos que oía se fueron alejando.
¿Se estaban alejando? No, no lo iba a permitir.
Mis músculos se apretaron y mis piernas gritaban mientras me incorporaba con dificultad.
-¡No huyan, cobardes!- grité al viento.
Y comencé a correr, los pasos volvieron a sonar detrás de mí y me llenaron de adrenalina, miedo. Se acercan, pensé, los escucho.