Dulce ironía / Nixsa Martínez

Preparatoria Regional de El Salto (UdeG)

Comenzar esta historia como un cuento de hadas,
Con la misma ilusión, con la misma percepción del mundo.
Sabemos que no es así.

Esta historia no es ni más bella ni más original,
Simplemente es nuestra realidad,
Nuestra verdad que terminó convirtiéndose en nuestro verdugo.

No sé si sería digno de mí recordarte, así que dependiendo tan sólo de un propósito y un corazón roto lo haré.
La primera melodía dentro de una orquesta; eso fue lo único que pudimos ser.
Llorar no será necesario, no queda algo dentro de mí que pueda hacerlo, tan sólo estoy recordando, o tal vez olvidando, algo que no debo recordar,
Atando una vida que no estoy segura si debería parar.

Lo sé, siempre he sido tan sarcástica que nunca entendiste lo que pensaba. Quizás eso era lo que más admirabas de mí y tal vez eso fue lo que te faltó para estar a mi lado.

Pensar al menos que estás con otra, que al despertar en sus brazos sólo puedes sentir una brisa de lo que algún día sentiste.
Que en las noches, al dormir, la suave sensación de tu corazón recorriera todo tu cuerpo hasta llegar a mí. Sin embargo, eso nunca sucederá porque ni siquiera pudiste engañarme con otra. Preferiste engañarme con mi mayor miedo, con mi mayor dolor.
¡Sí!, fue ella por quien me cambiaste.
Está claro que yo no te daré la misma tranquilidad que supuestamente ella te da, ya que siempre he sido más voluble e insegura.
Sé que no podré volver a verte con más odio del que nunca te di, ni más amor del que siempre tuviste.
Sé que no puedo conformarme con una cama vacía ni una sábana como testigo.

Ahora sé que no debería seguir buscando tu consuelo tras mi dolor. Porque ahora ya no vendrás a decirme que estuvo mal ni tampoco me dirás que te perdone por algo que nunca hiciste.
Ahora sé que tendré que perdonarme por algo que tú mismo provocaste. Por algo que yo misma no pude impedir.
Ahora sé que debes perdonarme por recordar algo…
Algo que quizá debería estar olvidado.

 

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