Guadalajara, Jalisco
que me ha dado tanto,
me dio dos luceros
Violeta Parra
Un día andarás como la cigarra,
sobre la tierra, resucitando
y cantando al sol
Jesús Huerta
Mercedes,
tu voz es cantar,
respirar poro a poro el poema,
ser fugaz de madrugadas,
danza de simples cosas imprescindibles,
la nostalgia y el aroma del mundo,
el ser que somos cuando estamos sin nosotros,
¿qué lluvia esperabas, cigarra presente,
si tu canto era ya un diluvio de música?
Tu voz es el Canto de cantos:
transparencia, agua pulmonar, silencio,
voz elemental, principio de seda, arpa de caracolas.
¿Qué canto tuyo te condujo a este alegre sueño?
¿Qué mar callado te recibe
ahora,
para que dirijas su destino de canción?
Debiste ser tú quien vistió de luz el poema que todos cantamos.
Ya vengo a verte,
Mercedes,
porque con tus canciones sembraste ventanas en mis ojos,
ojos de niño me pusiste;
tiraste muros de crueldad,
alzaste faros luminosos desde la arena,
y en tu canto de agua
las luces se abrieron como campos de trigo;
la poesía se regaba en semillas
y el verso andaba montado en tus alas.
¿Dónde te han de encontrar los poetas ciegos como yo?
¿Dónde se canta tu palabra creadora?
En el canto de las cosas, me digo.