CEREMONIA DEL DORMITORIO
Me pinto los colores de guerra
en mi cara de antiguo guerrero:
las rayas rojas en los pómulos
las amarillas en la frente
y el índigo ritual en las sienes
Mientras tanto tú te pones los tuyos
frente al espejo del tocador:
lápiz labial
delineador de ojos
y un poco de rubor en las mejillas
De pie en el centro del dormitorio
blandes tus armas de combate:
tus ojos negros
tu pelo sedoso
y esa forma de morderte los labios
Rápidamente me haces tu prisionero
y me tiendes vendado y te tiendes
encima de la piedra del sacrificio
Invocando a tus dioses tutelares
buscas abrirme el pecho
y arrancarme el corazón de raíz
Y cuando alzas el cuchillo de cuarzo
y lo agitas sobre mi cabeza
enarbolo mi lanza y te traspaso
CHOCOLATE
Todo empieza en el rito
de paladear esa sustancia
que se derrite en la boca
fiesta de las papilas
mientras mi lengua recorre
la superficie de tu piel
esmaltada de chocolate
y se desliza sinuosa
sobre una cima que palpita
monte del paraíso
y entonces el hallazgo
de una erecta delicia
una guinda carnosa
que muerdo dulcemente
sobre tu pecho blanco
cubierto de chocolate