Preparatoria de Tonalá
Llevaba aproximadamente tres noches seguidas soñando con sucesos que le parecían muy raros. La primera noche soñó que una mujer cuyo físico no podía distinguir le decía:
-Caroline, debes despedirte de tu familia porque por un tiempo no estarás con ellos.
Esto la asustó y, cuando despertó, gritó y fue a buscar a su mamá, papá y hermana, vio que estaban bien y dudó en contarles lo de su pesadilla, decidió mejor no hacerlo.
La segunda noche, su pesadilla fue un poco más comprensible, aunque no con exactitud; ahora, cuando vio a la mujer, tomó la iniciativa y le dijo:
-¿Qué quiere usted de mí? Me está asustando.
La mujer le contestó:
-Mira, pues es muy fácil, lo único que tienes que hacer es seguir mis indicaciones y… ¿qué quiero de ti? Solo quiero que me ayudes.
-¿Ayudarla?, pero ¿cómo?
-Tendrás que dejar tu casa para ir a otro lugar.
Caroline despertó aún más confundida, repasó y repasó ese suceso y decidió llamar por teléfono a su mejor amiga Luna, a quien le contó sus preocupaciones y le pidió un consejo:
-Luna, dime, ¿qué debo hacer para no seguir soñando con esa mujer?
A lo que ella respondió con sarcasmo:
-No sé. ¿Y si le haces caso y te vas despidiendo de tu familia? Hasta nos haría un favor llevándote muy lejos, ¿no?
-Es en serio, me siento muy asustada. ¡No te burles!
-Mejor ya ni te preocupes, quizá te sugestionaste con alguna película o algo que viste. ¡Olvídalo ya! Pero cuéntaselo a alguien de tu familia para que no te sientas tan mal.
-Bueno lo haré, ya me tengo que ir ¡Te cuidas!
-¡Hasta luego!
Después de esa conversación corrió a contárselo a su mamá y ella le dijo:
-Hija no hagas caso, es solo tu imaginación, si quieres; hoy te acompaño en tu recámara hasta que te duermas ¿Qué dices?
-La verdad me mucha pena pero… si mamá, seguro que eso me tranquilizará.
Cuando la noche llegó, su mamá cumplió lo que dijo y la acompañó hasta que concilio el sueño.
Pero el sueño se presentó por tercera ocasión. Ahora la mujer le dijo:
-Veo que has esparcido lo que te dijo, no debes creer que es tu imaginación o tu autosugestión, porque esto es real.
-¡Solo dime que quieres! -Tengo mucho miedo-, ¿Qué no te das cuenta?
-Está bien te lo diré, pon mucha atención. A partir de mañana al despertar ya no serás la misma.
-¿Qué qu..
Diciéndole con voz dura y de mando la mujer le dijo:
-¡Guarda silencio! Si es que quieres que te informe no me interrumpas, de lo contrario las cosas sucederán sin que lo sepas. Tú decide.
-Perdón, continúe
-Yo soy un lo que ustedes llaman un extraterrestre, y quiero que vengas con nosotros, pero solo tu espíritu y alma porque tu cuerpo será ocupado por mí para obtener datos que necesitamos de ustedes los humanos.
-No, yo no puedo hacer eso, apenas tengo dieciséis años y no merezco esto que me está pasando. Esto tiene que ser mentira ¿verdad?
-No tienes otra opción, eres la elegida por nosotros y todo gracias a la inteligencia que presentas, deberías de alegrarte ¿No crees? Además no tengas miedo no te haremos daño y no será para siempre, serán solo un par de semanas.
-Promételo, promete que volveré a ser yo otra vez en dos semanas.
-Claro, te doy mi palabra
Cuando Caroline despertó ya no estaba en su casa, ahora se encontraba en un lugar muy grande, con muchas ventanas en cada muro de la habitación y estaba muy bien iluminada con luces blancas, en ella no había ni un solo mueble que le pareciera conocido, al contrario, había solo cosas raras a las que no les encontraba algún uso útil. Entonces recordó las palabras de aquel sueño, y comenzó a llorar, al saberse en una nave espacial o algo así. Mientras lloraba apareció un ser, que limpiándole las lágrimas le preguntó:
-¿Qué haces aquí?
-No sé, no estoy segura de nada, lo único que sé es que por culpa de un maldito sueño estoy aquí, pero ¿Qué hago? Eso no puedo explicarlo.
– Sí, te comprendo, ¿Cuál es tu nombre?
– Caroline, pero no me comprendes, creo que nadie lo puede hacer, ni yo misma siquiera.
-Te comprendo, por lo que dices, a mí me pasó lo mismo que a ti, la única diferencia es que yo me quedaré aquí por siempre y tu seguramente sólo unos cuantos días. Tuviste suerte de encontrarme, cuando yo llegué no había nadie que me orientara, pero ahora ya tengo mucha experiencia y te ayudaré en lo que pueda.
-Y ¿Cuál es tu nombre?
-Me llamo Jorge, pensé que nunca lo preguntarías.
-Pues gracias por la ayuda
-¿Cómo te sientes?
-Me siento como en otro planeta
Jorge riendo le contestó:
-Pues no solo lo sientes, es un hecho, estas en otro planeta.
Por otra parte Natalie, quien tomó el lugar de Caroline, estaba explorando un nuevo mundo para ella, pues aunque ya había visitado el planeta tierra cada vez lo encontraba diferente. Era también quien inició este proyecto de comunicarse con alguien a través de los sueños, para poco a poco usurpar su lugar procurando que nadie se diera cuenta y así obtener información que necesitaban acerca del comportamiento humano, porque tenían formulado un plan, pero ese, jamás lo revelaron.
Natalie, conoció a un muchacho llamado Ricardo, ella quedó encantada y él ni se diga, conversaron por dos largas horas en un parque que se encontraba cerca de la escuela y luego el chico la invitó al cine y por supuesto ella aceptó.
Ambas, Caroline y Natalie sabían que esto acabaría en un par de semanas y luego regresarían a su lugar de origen.
Se había llegado el momento de terminar con toda esta confusión, pero existían dos problemas, Caroline y Jorge se enamoraron apenas cruzaron palabras y en el caso de Ricardo y Natalie fue algo similar, ese era un problema y el otro era que a Natalie se le había olvidado por completo su misión en el planeta tierra y ya no le importaba lograrlo.
Así que las dos dialogaron por un buen rato a puerta cerrada, nadie supo con exactitud qué fue lo se dijeron pero lo que sí es seguro es que llegaron al acuerdo de que permaneciera todo así, que jamás regresarían al lugar de donde venían, sino que se quedaran al lado del hombre que amaban, abandonando toda su vida por el amor.