De La encendida calma [fragmentos] / Alberto Szpunberg

    
     Il vero amore è una quiete accesa
     Giuseppe Ungaretti, Silenzio in Liguria.
    
    
    
     vi.
    
     Todo el amor cabe en la mano
     cuando la mano se vierte sobre un cuerpo
     que se derrama de goce
     al roce de la mano:
    
     de un cuenco a otro cuenco
     se vuelca la transparencia
     que calma la sed más antigua,
     los veranos más violentos,
    
     y de esta ligereza nace el empeño
     de desmentir la gravedad del mundo,
     hasta que se cuelen por entre las caricias
     sus cuerpos suspendidos,
     únicos.
    
    
     vii.
    
     Huelen a hoteles imprecisos,
     valijas entreabiertas, destinos mal hablados:
     lo que uno busca en el otro
     se evade entre gestos confundidos, azarosos,
     por una calle que conduce a lo que hoy ya es distinto:
     la última verdad se desvanece en cada encuentro
     y en ella se hacen fuertes,
     sin embargo,
     los días.
    
    
     viii.
    
     No hay después, no hay más tarde, no hay mañana,
     sino el gesto de ella en la tibia desnudez que continúa
     las horas más duras, las de siempre,
     como si todo siempre comenzara.
    
     El aire se inquieta por las cartas que no llegan
     y agita las cortinas cerradas a la tarde.
    

 

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