Yo nací en el lodazal de Navolato, Sinaloa;
un día de truenos y relámpagos;
tormenta eléctrica sobre la única clínica del seguro social;
San Francisco de Asís:
átame a la cordura
de los harapos de la tierra;
me confundo con el viento
de esta oscuridad
como un guardián
de la noche de los porros;
pura caña de azúcar
estas venas;