y me quedé despierto hasta tarde…
sobando estrellas que se contemplan a lo lejos,
con ganas de no saber hasta dónde hemos cambiado.
Mutaciones y sombras que florecen,
que emigran…
Crecidas nostalgias,
nostalgias nocturnas
siempre de deseo,
de ganas, de necesidad.
Locuras incróspitas que envuelven,
que hacen como volver en vida,
como no despertar hoy…
Y tuve ganas,
y tuve canas de tiempo,
tuve nostalgia-sed de olvido:
-Malditos los aparecidos,
las contraluchas,
las contragentes que andan como muertos vivos,
como sed de agua,
como sobriedad en pedazos,
retazos de mujer,
de óleos,
de eso que me llena de vivos.
Ésos que no andan,
que leen a Sabines, a Benedetti,
a Saldaña, y llegan a llorar en lo profundo…-
Necesidad de aliento,
de ese vaho, de eso tuyo,
de eso extraño que no es más que el destiempo,
del que me curo las ganas
haciendo esto, necesitándote,
levantando mantos-faldas,
orquídeas envenenadas de tinta,
de suciedad…
Nocturnos de muerte,
nocturnos oscuros de luz,
llenos de soledad,
de la soledad,
de mi soledad.
De ti,
de tú soledad,..
Y me contengo ahora,
y me remuerde el pensamiento literario
escribiendo blasfemias, morados y rojos…
(Amarillo.
Rosa…
y el violeta desteñido.)
Ayer-hoy tuve necesidad de ti,
y sé que aparecerás
cuando en lo profundo del sueño
te había observado o
cuando el insano mata-eso
me cortase al Cortázar del poeta del infierno…
Hoy-mañana
tuve necesidad de volver a escribirte un soneto de luna,
un oscuro pesar,
un nocturno de dolores, de soledad,
una contradanza de luz,
una cadencia sin ritmo,
una incoherencia como lo soy ahora mismo…