*** / Carlos Raúl Pérez Ochoa

Preparatoria 13 / 2013 B

Tres estruendos perturban mi sueño. Lucho se asusta, sube a la cama temblando, lo acaricio aunque no parece calmarse. Un silencio incómodo se percibe en mi apartamento, las luces no prenden y la lámpara de mano no quiere encender. Me levanto, alcanzo la bata, camino hasta la puerta y la abro lentamente. Afuera el aire es frío. Comienzo a bajar las escaleras; al llegar a la planta baja veo nieve, que decora las calles con su hermosa blancura. Camino tratando de recordar en donde escuché los estruendos. De repente escucho un gemido, veo a un hombre arrastrarse por la nieve, tiñendo el resplandeciente blanco con un rojo violento que brota de su cuerpo, y la última palabra que escucho salir de su boca es: ¡Ayúdame…!

 

 

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