Preparatoria 7 / 2012 A
Acostados en la cama
enciendes un cigarrillo.
Con los ojos entreabiertos
miro mientras lo terminas.
Ese olor me despierta y provoca.
Sacas el cigarro de tu boca,
me aproximo, beso tu cuello,
capto el olor de aquella adicción
tan impregnado en tu cuerpo:
dos vicios, una sola piel,
tanto es mi deseo de hacerlo…
Enciendo tu piel, te consumo,
guiándome por tu aroma.
Eres mi tabaco, mi nicotina.
Inhalo ese olor en tu cuerpo,
exhalo lo que eres… tu alma.