He estado en la bahía y observado
a los pescadores salir al amanecer en sus barcas; he escuchado el rugir
de las olas sobre las rocas y visto las palmeras
aún entre las sombras. Éste es mi primer invierno
en una ciudad nevada; en donde tallo paredes,
en donde arrastro los pies y muevo por los pasillos un largo trapeador
y camino por el edificio por horas y horas
vaciando los cubos de la basura hasta que los cadáveres caen
sin hacer ruido, de golpe sobre el polvo
como huesos de árboles muertos apilados en la oscuridad.
Yo era un niño, tímido
y solo aún, cuando me asomé
a través de la ventanilla del féretro, y fijé la vista:
el rostro de cal, los ojos como dos clavos —la muerte,
una roca sólida y robusta,
allí en el cuenco de mi mano.
Observo cómo vive; cómo se hincha de arena,
y surge desde el fondo del mar;
observo cómo arroja trozos de madera,
esqueletos de peces y la hoja de un alga enraizada.
Pienso en los muertos, y cómo nunca podrán sentir
la curva de la bahía; cómo espumea
en sus bordes y retumba en el país
del cual huí hace años. Qué importa ya.
Todo ha desaparecido. Otro niño viene hoy
al mar y pronuncia su nombre
mejor que yo. No importa
si vuelvo y observo cómo las olas
se alejan de la superficie;
los pescadores regresan siempre al amanecer.
At the Water’s Edge
I have stood at the bay, watched / the fishermen sail out at dawn, the roar // of waves raging at the rocks, palm trees / still dark. This is my first winter // in a city of snow, scrubbing walls, / pushing a long mop down halls, scuffed floors, // wandering the building after hours, / emptying trashcans till the bodies come // with no sound, flat on the dirt / like bones of dead trees piled in the dark. // I was only a boy, still shy / still alone, when I peered my eyes // over the small window of the coffin, stared for a minute: / the face of chalk, nail heads of the eyes—death // a rock, solid and strong, / always there in the cup of my hands. // I see how it lives, how it swells with sand, / roots from the bottom of the sea, // how it washes out pieces of wood, / fish heads, the vein of a leaf sunk into the ground. // I think of the dead, how they will never feel / the curve of the bay, how it foams // at the mouth, throbs at a country / I fled years ago. It doesn’t matter. // It’s all gone. Today, some other boy comes / to the sea, says its name // better than I did. It doesn’t matter / if I return, watch the waves // tear away at the land, / the fishermen come back at dusk.