(Guadalajara, 1987). Es autora del poemario Caducidad (La Zonámbula, 2014).
Alguien duerme en un carrito de supermercado, al fondo de un estacionamiento. Las piernas colgando, las manos sobre el rostro, el torso recostado en un pedazo de cartón. Nadie lo ve, nada lo despierta, ni el sol, ni el tumulto, ni el ruido de los carros ni siquiera la soledad transparente [de su cuerpo que pende como un astro a las orillas del duelo. < Hay dolores que gravitan sobre su propio eje, presos de una [inercia mayor. Los planetas parecen muy serenos hundidos en el silencio de [sus pieles de piedra. Podría ser, que su girar errante sea un martirio que rasgue su órbita exasperada la ruta del espacio ajeno. < El exceso de comparar un cuerpo con un astro es relativo a los múltiples satélites que lo circundan y al destino de esa [enclenque carriola de alambre que sostiene su peso 4 manzanas 1 botella de ron 4 latas de atún 1 cajetilla de cigarros de la cual se ha escapado el camello con la despensa entera, 8 familias de refugiados y un enjambre de arena que rezumba en su joroba. < Allí adentro algo destila, por las heridas de un sueño que ha ganado gravedad.