(Lima, 1995). Ha escrito albión (Alastor Editores, 2019) y absolución (2020, disponible online).
si es éste el último fin de nuestra historia colectiva qué más da si volvemos sobre nuestros pasos a retomar la vieja guardia de Versalles, los jardines simétricos de nuestra infancia, los restos de piletas amadas por el error humano, la perspectiva oblicua de volar pendiente abajo a trompicones despegando los pies del asfalto aprendiendo a empinar botellas de vidrio helado, preguntando entre sorbos si ésta es la casa, si ésta es la ciudad o el tiempo celeste el espacio correcto para abrir mi pecho y sembrarte, horadar el músculo hasta que te acurruques sellarte quirúrgicamente aunque tus raíces estallen las válvulas de afecto controlado, me obliguen a sentir las calles rojas a la visión de nosotras las piedras a nuestro paso quebrado cada ruta caminada un color de vino claro y una gota de risa que riega toda fuente de agua kilómetros a la redonda, que marca postales y postales con grafiti, juana de arco en bonete anunciando que la estamos pasando maravillosamente y no os echamos para nada de menos porque aunque vuelen las aves hacia el norte la grácil afrodita orienta mi sentir al sur, me subyuga con afecto de muchacha la repetición ubicua de tu pulso en cada recuerdo, los tropiezos que construyen década y siglo el mapa del retorno amoroso donde después de la guerra nos reencontramos hasta que la magia colapsa si callas en las tardes a la espera mientras mi cuerpo envejece por primera vez en invierno, créeme cuando te digo que es una fantasía rota sobre una carpeta de alpaca rojo vino supurando sobre su pelaje pies cortados de imprudencia donde jamás antes ha durado la llaga el olor del cigarrillo encendido contra el vidrio avenido a pucho final efímero. qué más da si es una película, querida, si está armada de mentiras esperando el arco argumental primigenio: la pérdida del yo bicéfalo se cierne sobre nosotras cuenta minutos para que seamos parte de las mil escenas de muerte correctiva— pero tú siempre has sido suerte nos escabulles a través de pasadizos secretos arrojas la narrativa a través de las ventanas hastiada sujetas mi mano y vuelas de regreso a esa nuestra casa para cruzar el umbral y apagar el reproductor por última vez. la casa resuena de esperanza, frente contra frente, primigenia.