Poemas/ Minerva Margarita Villarreal

In memoriam † Minerva Margarita Villarreal

 

 

Acerca del azul turquesa

Ayer   después del tratamiento
una densa nube
me transportó a la cocina de mi infancia
Un hálito emanaba del turquesa de las paredes
Mi madre disponía los alimentos
y yo charlaba con ella
montada en un triciclo rojo
Tengo cinco años
y la felicidad está conmigo
Hay una iridiscencia en el aire
El turquesa ilumina todos los ámbitos de la vida
Le pregunté a mi padre
si recordaba el color de la cocina
Él se alejó  
no podía responder
Yo regresé a la cama
y él volvió a su sueño

 

La dulce nota descendente

Hay muchas maneras de desnudarnos
yo prefiero la poesía

Hay muchas maneras de volar
yo prefiero la poesía

Hay maneras de pisar la tierra
yo prefiero la poesía

Un pato sale del agua
sacude sus plumas
y te mira

 

Campo de juego

El niño de seis años
que el jueves 26 de julio
desapareció de la Plaza Tapatía
seguía a un hombre
que le prometió una pelota
Los ojos del deseo
sólo anhelan el juego
El sueño del cazador
dio paso al lobo
que sube al niño a sus espaldas
Éste lleva en sus ojos el balón
lo patea en el horizonte
que ahora
como el mundo
se oscurece

 

Yo no era yo desde hace tiempo

Ayer   poco antes del mediodía
mi hija gritó que mi amiga Claudette llamaba por teléfono
La llamada era urgente
Salí del baño y tomé el inalámbrico
Arrastrando pensamientos que no alcanza a nombrar
se le atoran las palabras   las muerde
por instantes se adelgazan en un agudo llanto que humedece
los nuevos brotes del dolor
En septiembre dejó de beber
Perdió varias tallas
Se había deshinchado
vuelto a su figura de porrista
novia del residente Jaime García Mercado
poco después de que su padre muriera
y su madre se juntara con el mejor amigo de él
un ferroviario que
como su padre
se daba a la bebida
Trabajaba como secretaria de la cfe
Cierto aire de Catherine Deneuve
y su helada elegancia la envolvían
Pelo rubio y largo
lunar en la mejilla
y tu sonrisa me jalaba hacia ti
y me hacía permanecer
en esos años
cuando volvíamos a pie de la alberca
atravesando el Campo Militar
drinks y música de los Rolling o Santana  
en esos años
donde sin siquiera notarlo
porque la felicidad nos engaña
habías empezado a beber
jugo de naranja con vodka
cada fin de semana
Se casó embarazada
Al poco tiempo nació Jaimito
Ni la sala ni la cocina ni la recámara parecían cobijar una familia
los muebles estaban allí
como si fueran utilería
En el recibidor
una moto y varios instrumentos de música
La comida era magra
sólo cuando la hacía la muchacha
me invitaba a comer
Se me atragantó el arroz cuando dijiste que te daba asco estar con Jaime
te daba asco acostarte con él
asco el sexo
su miembro
que se te acercara
como si no supieras la clase de alimaña que era
Lo decía ante el rostro impasible de Jaimito
Luego nacieron Héctor y Patricio
Héctor también bebe como su madre y su abuelo
los tíos   el padrastro de sus tíos y su madre
y como a ti
a Héctor le gusta dormir
puede quedarse días en cama
sin abrir las ventanas
escuchando música
la misma música
Se cambiaron a una casa en la montaña
con amplia cochera y alberca
y Claudette se encerró
Tu recámara es grande y oscura
Te han internado varias veces
Hace seis meses dejaste de beber
ya estabas bien
pero tu esposo trajo a una sobrina 
que perdió el trabajo
para que no esté sola
Tiene 26   es flaquita y simpática
con voz de niña para pedir las cosas
Se les metió en la cama
y se acostó con él
La muchacha junto a Jaime en Facebook
como si fueran pareja
o su hija que acaba de volver después de meses
o la sobrina lejana que era un invento
y es su nueva mujer
No lo sabremos
decir verdad es acarrear desdicha
y Jaime dice que se está divorciando
De hecho ya se divorció
La familia no lo sabe
sólo los médicos del hospital que dirige
Claudette es mi voz
de aguardiente
mi alcohol etílico
mi frasco de perfume roto
mis ojos morados
mi cuerpo abotagado
la hinchazón
las pastillas que Jaime receta todas las mañanas para                                                                   
[calmarme
La muchacha que caminaba a diario cruzando las avenidas
con el cuerpo erguido y bamboleándose
dueña de todas las miradas
amaneció
sin poder sostenerme
ir al dentista
mi sonrisa sin dientes
sin un quinto
llena de moretones
Jaime me castiga
me deja sin dinero
pero estoy contenta
Mañana iremos al Club a la cena de médicos
Estar casada con un doctor tan importante
ginecólogo
a quien tantas mujeres
le están agradecidas

 

Peces

Salí a la terraza del condominio
a contemplar el mar
Entre las palmeras inmensas del jardín
atravesó un hombre 
Venía de la playa
saludó amablemente y se detuvo en el corredor
del apartamento de junto
de donde salió un niño como de 8 años
en busca de su tesoro:
un balde con agua y dos peces
que la tarde anterior había capturado
Hace rato los descubrí ya muertos
dijo el padre
Éste saltó de la tina por desesperación
quedó aquí en la mesa boqueando
El otro murió dentro     
Poco más tarde salí del hotel con mis hijos
y vi al mismo hombre en una camioneta
con su esposa y el niño
Ese día    17 de julio    era mi cumpleaños
fuimos a cenar   
Regresábamos por el malecón
lleno de antros y de gente
cuando lo vi cruzar    
desesperado
como queriendo encontrar
una mujer   un hombre
oxígeno
para sobrevivir
dentro de su pecera

 

La noche del dragón
                                                    
A medianoche vi surgir del hombro de mi marido
una serpiente
su despliegue hizo un ruido ligero parecido
al roce de la seda
se detuvo en el aire  
robusta y brillante  
su cabeza buscó la mía
con ojos de odio
Dio un leve giro hacia mí
como si pretendiera
darme un escarmiento
y cruzó como flecha sobre la cama
desapareciendo en la oscuridad
Él estaba de espaldas
lo cual significa
que la serpiente venía de su pecho  
Como volaba
(el dragón surge en distintas latitudes y edades)
concluí que era un dragón
y no esa anfisbena de alumna
que busca y sonroja a mi esposo
con su minifalda
y que yo había rogado a la Virgen 
que extirpara

Comparte este texto: