In memoriam † Francisco Toledo
Tum
tum
retumba el takuá
ipu
ipu
oikutu
che ñe ’ä
tum
tum
solloza
golpea
la noche
el olvido
hasë
ipyahë
ipurei
tum
tum
se lamenta
se apaga
lentamente
el takuá
ipu
ipu
kangymi
ogue
ogue
takuapu.
El canto final
Suena suena
suena tristecito
suena allá muy lejos
suena despacito
un canto lloroso
un canto muy débil
un canto pequeño…
Tororé roré
dormite mi niño
ya salió la luna
el sol se escondió…
¿Quién habrá de ser
que desde allá lejos
así está cantando?
¿Quién conocerá
todavía aquel
canto tan antiguo
y se está esforzando
arañando triste
su pobre garganta
hiriendo y cortando
haciendo gemir
la noche que llega
a la casa grande?…
Dormite mi niño
que veamos llegar
la flor de tu sueño
aquí en mi regazo…
¿Quién habrá de ser
quien está cantando
como si estuviera
a punto de ahogarse
que se le acabara
el último aliento
la voz de su alma?…
Dormite mi niño
que ya las estrellas
lo ancho del cielo
alumbrando están…
¿Será que tal vez
ese pobre canto
se quedó escondido
en alguna cueva
algún día lejano
y se convirtió
en eco de un canto
que suena y resuena
después de morir?
Tororé roré
dormite mi niño
no vayas a ver
tan malos plantíos…
Suena suena
suena tristemente
suena muy lejano
un canto lloroso
un canto pequeño
canto estremecido
canto que se muere
el canto final…
Tus sueños floridos
encienden a coro
estrellas de amor
dormite mi niño…