Aproximación pulida
José Emilio Pacheco pulió, pulió y pulió durante años su «aproximación» (palabra que el poeta prefirió a la usual «traducción») en español de los Cuatro cuartetos escritos originalmente en inglés por T. S. Eliot. «Eco de pisadas en la memoria. / Van por el corredor jamás seguido / Hacia la puerta que no llegamos nunca a abrir / Y da al jardín de rosas. // Así, en tu mente / Resuenan mis palabras». A cuatro años de la muerte de Pacheco, circula la edición bilingüe de estos poemas que, además, contiene una sección de notas que se pueden leer como un singular ensayo, en el que el mexicano hace gala de su fresca erudición que extrañaremos
l Cuatro cuartetos, de T. S. Eliot. Aproximación, edición y notas de José Emilio Pacheco.
El Colegio Nacional / Era, México, 2017.
La transformación verdadera
Pilar Benito Olalla y Luis Fernando Moreno Claros presentan el titulo que debe llevar la famosísima obra de Franz Kafka que hasta antes de esta edición llamábamos La metamorfosis: La transformación. Esta nueva traducción al español sigue al pie de la letra la primera edición de esta noveleta aparecida en alemán en 1915. Las peripecias de Gregor Samsa, que «una mañana despertó de sueños inquietos […] transformado en un bicho monstruoso», están acompañadas en este libro por un prólogo, una nota sobre la traducción y un postfacio esclarecedores. En la nota, por ejemplo, indagan sobre la primera traducción al español y explican por qué prefirieron cambiar el nombre con el que conocíamos aquí a este clásico
l La transformación, de Franz Kafka. Atalanta, Girona, 2016.
Luces y sombras
Pozo de silencio, del sonorense Humberto Saldaña Pico, es un poemario tejido con las luces y las sombras de una cultura que se ha ido sedimentando en el quehacer artístico, desde Tutankamon hasta Cuauhtémoc, desde Arnaut Daniel hasta Borges. Poemas de una factura sólida cuyos temas abordan los avatares del vivir y los recovecos del laberinto que es el mundo. En este libro, xxvii Premio de Poesía Gil de Biedma y publicado por la editorial Visor de Poesía, el lector se encuentra frente a una mirada original de lo minúsculo: «las almendras son cascarones disminuidos», y de lo extraordinario que nos rodea: «Para el Dante fuimos centellas, / luces que giran y se desplazan en un paraíso cuántico»
l Pozo de silencio, de Humberto Saldaña Pico. Visor de Poesía, Madrid, 2017.
Virtudes de la parodia
La perpetración mejor de la risa es aquella en la que anida una voluntad crítica. Si tal voluntad adopta las formas de la parodia, puede resultar letal. Joaquín Peón Íñiguez, ensayista notable y narrador enfrascado en detenerse largamente a contemplar el accidente espeluznante (y muy risible) que es la realidad descabellada de nuestro presente, pone su inventiva a chapotear en el pantano inacabable de la fatuidad y el ridículo de la vida literaria. Y los hallazgos son muy estimables. Es un mundo que acaso se parezca mucho a éste, pero que, incontables carcajadas de por medio, termina por conseguir lo mejor que puede proponerse la parodia: demostrarnos que la vida, del lado de la página donde nos hallamos, siempre es peor
l Ciudad Pantano, de Joaquín Peón Íñiguez. Paraíso Perdido, Guadalajara, 2017.
Actitud vital
Una fértil comprensión del ensayo es la que lo ve como una actitud vital. Es, probablemente, la comprensión que un autor como Guillermo Espinosa Estrada ha tenido en cuenta para dar forma a este libro, hecho con los trazos de la búsqueda de un saber (la investigación en torno a la risa y a una deidad suya de la Antigüedad, tan enigmática como fascinante), con la contemplación de otros cuyas búsquedas son ejemplares (o antiejemplares, que es lo mismo: Curtius, Jaeger, Auerbach, Benjamin) y, también, con los misterios propiciados por el mero hecho de vivir. De la imbricación entre la narración y las conjeturas que la guían, en una prosa de nitidez admirable, resulta un caos de informaciones espléndidas y de meditaciones memorables
l Entre un caos de ruinas apenas visibles, de Guillermo Espinosa Estrada. Antílope, México, 2017.
La fauna alrededor
El modelo es irresistible, y desde que Teofrasto lo inauguró, muchos han explorado sus posibilidades, pues parece que basta con voltear alrededor y prestar atención… Pero hace falta, además, que la escritura acierte en todo, y si hay alguien que sabe bien hacer eso es Álvaro Uribe, un ensayista para el que la elección precisa de cada palabra es, da la impresión, un deber ineludible. «El indignado», «El becario», «El abajofirmante», «El ecociclista», «La bebedora», «El escritor profesional»… En total, cuarenta y nueve tipos que pueblan un bestiario que, si no es exhaustivo, sí basta para que cualquiera identifique a qué especie o especies pertenece, pues todas se hallan en nuestras más escalofriantes inmediaciones
l Caracteres, de Álvaro Uribe. Alfaguara, México, 2018.