Preparatoria 5 / 2015 B
¿Cómo una persona puede llegar a ser nada, llegar a ser un objeto de alguien? De alguien a quien ni siquiera le importas -ni le importarás- porque eres una y sólo una cosa, y nunca una persona ante sus ojos, que están llenos de morbo e interés, pero no de amor. Nada de amor.
Ellos, ellos son los que te convierten en eso que el mundo desprecia y hasta ellos mismos niegan. Te niegan ser una persona segura porque ellos te hacen sentir vacía. Vacía como un tambor hueco y roto que sólo funciona para producir un sonido repetitivo que pierde el sentido tan velozmente como la luz. La luz que no te deja ver claro y te ciega como la noche: que te excita, te llena, te sumerge, te consume y te bota de golpe.
Te bota de golpe, como basura, como algo desechable, algo tan sucio que te hace sentir una mierda, y ni siquiera una mierda bien cagada, porque por lo menos esas se disfrutan, pero no, esta mierda te destruye como si fueras cristal.
Pero ¿por qué?, ¿por qué ellos son así?, ¿por qué la sociedad se lo permite? ¿Por qué es un asunto de orgullo saber que ellos te hacen un objeto y no una persona?
¿Cómo te dejas llevar por algo que no conoces? Permites que te sobrepasen, utilicen y manipulen como si no valieras ni siquiera una mirada auténtica de cariño, de esas que sobran para dar y regalar, de esas que das sin pensar y sobre todo sin cuestionar.
Por eso eres menos que una cosa, un objeto que se niega y ocultan dentro de una niebla densa y tan blanca como la nieve, pero que con el paso del tiempo se vuelve negra como la noche, como la boca del lobo que te seduce a entrar pero no te deja salir.
Hasta que al lobo se le antoja que tú seas libre, pero claro que te asecha, te atormenta y te espera. Espera a que caigas, que cometas un solo erros para que así vuelvas a confiar en él. Para darte cuenta con un golpe seco de verdad que eres una pendeja manipulable al antojo de quien sea, pero ¿por qué? ¿Por qué nosotras y no ellos?