El ángel que cura / Antonio Rodríguez Jiménez

Transformado en Azarías acompaña
a un muchacho, hijo de un judío ciego
de Nínive, en el largo camino hacia Rages.
En las aguas del Tigris derrota a una bestia
y busca intensamente el amor de una muchacha.
Es Sara, bella y maldita
en manos de Asmodeo.
Tobías rompe la maldición y la ama para siempre.
El ángel que cura lo custodia
y remedia la ceguera de su padre.
Al desvelar su identidad, se oculta.
Los que lo saben lo buscan en la ciudad de Córdoba.

Lo han visto en el río
sobre un puente romano
que ha perdido todas sus piedras.
Estaba en la plaza del Potro,
en la Fuenseca, La Compañía, San Basilio,
en la vieja estación de trenes,
en Puerta Nueva y en Aguayos.
Los que lo saben le rezan, lo miran
y se queman en el fuego incombustible de sus velas.

 

 

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