Efímera adjetiva mejor que ninguna otra
palabra a belleza.
Veo la alfombra lila de mi patio
y allí está todo claro.
Resulta doloroso ver, amar y sentirse
tocado por la ráfaga fresca de la mañana.
La lluvia ha construido en este espacio puro
dimensiones en las que el tiempo se desluce.
El lila es una yema de bordes afilados.
Y el manto riguroso mañana no será
sino hojarasca oscura.
Belleza es una llama que a sí misma
se devora.
Un muro contra el río
El muro contra el río se ha ennegrecido,
cubierto de un moho oscuro forjado por nieblas y lluvias,
alimentado por las aguas de la creciente.
Yo apoyo en él mi espalda sin temor a mancharme.
Después de haberlo contemplado y palpado con mis manos
apoyo mi espalda, doy gloria a la mancha y lo manchado,
descanso mi vista en el río y considero
que la inhóspita belleza del muro es lo que lo hace fuerte.
Ese rincón del mundo en donde se alza el muro es uno de mis sitios.
En él he visto aves luminosas sobrevolando las aguas.