Preparatoria de Tonalá / 2013 B
Es el año 2047, en la ciudad de Nueva York, los humanos han sido muy ambiciosos y en el camino han destruido todo a su paso; han acabado con todos los terrenos para producir alimentos y las reservas se han agotado, hay una crisis de alimentos y en todo el mundo se han producido mutaciones humanas por culpa de la experimentación con alimentos sintéticos. La piel de los humanos cambia de color a un opaco grisáceo, las uñas se les hacen amarillas, al igual que sus dientes.
Los científicos de este lugar intentan encontrar la manera de que los humanos generen su propio alimento a base de la luz solar, ya que es uno de los pocos recursos que le quedan al ser humano. Se agotó el petróleo, el carbón, el gas natural y el CO, y el CO2 lo utilizan como combustible, al igual que el butano; para resolver el problema del agua encontraron la manera de purificar la de los océanos. Pero sobre todo se efectúan exhaustivas investigaciones para poder lograr que el cuerpo humano convierta y fabrique su propio alimento, como las plantas.
Un científico renombrado tomó a su propio hijo de 17 años para realizar sus experimentos; lo hizo dormir para realizarle una exhaustiva cirugía con el fin de remover todo su sistema digestivo y cambiarlo por uno mecánico que sustituía las células animales con células vegetales, repletas de clorofila. Esperaba que, después de su recuperación, el joven, al tener las células vegetales, pudiera con ellas producir azúcares que le dieran energía a su organismo y así sobrevivir con la luz del sol, agua, vitaminas y minerales.
Al saberse esto, explotó la polémica: ¿Por qué el científico había puesto a su hijo en tal peligro? Como siempre, la moral de la humanidad pudo más, el científico tuvo que esconderse y cuidar a su hijo durante su recuperación de la tan compleja cirugía. Un mes después, pudo sacar a su hijo por primera vez después de la intervención y lo expuso al sol. El momento en que la piel, ya de color verde, del joven fue bañado con los rayos del sol fue de tensión para el científico. Hubo que esperar un largo tiempo para hacer pruebas y así saber si todo había funcionado.
Y así es como surgió el primer hombre verde en la historia de la humanidad, capaz de alimentarse mediante fotosíntesis.