Las demonias enamoradas
Las demonias están enamoradas
y amorosas,
lanzan bufos aullidos en las fauces del infierno.
Calcinadas por brasas interiores
en silencio se besan las demonias,
se acarician los ajados pezones,
se palpitan directas, amasadas e invencibles.
Nunca tanto amor ha visto el Cielo.
Gruñen vibrantes, retorcidas,
amorosas y viles las demonias,
apártanse los glúteos horrendos
y labios de filosos colmillos
encájanse en la carne viva
en espantoso ósculo desenfrenado.
Hierve sulfurosa, húmeda de amor
la entraña desgajada del abismo,
gime en brama Cancerbero,
le estalla el sexo al muy villano.
Ríen gozosas, amantes,
sanguinarias, carcomidas las demonias
en oscuros brillos oculares
y graznidos genitales,
se aprontan a las lenguas inmundas
y lloran erectas, succionadas y amorosas.
Extasiados rostros de monstruosa mueca
son ángeles mutilados
las demonias;
enredan sus almas en pecado interminable.
Diríase que éste era el paraíso
derrumbado en llamas …
mas nunca tanto amor ha visto el Cielo.
Eutanasia
Yo puedo bien morirme el día que me plazca.
Yo puedo irme de aquí.
Quebrarme en dos, e irme al infierno.
Yo puedo
si me place,
dejarte sin tu rayada escenita de viernes por la noche.
Sin tu media esquela de amor en madrugada.
Yo puedo suicidar mi foto. Convertirme en nada.